El color de la piel es una características más visibles y particulares de la especie humana, y aunque por años se ha intentado experimentar con su tonalidad, los resultados siempre han sido los mismos.
La historia así lo demuestra con los populares baños que Cleopatra se daba con la leche de burra, los rostros entalcados de la época isabelina, los cuales por cierto, mataron por intoxicación con plomo a varios cortesanos; y las geishas igualmente.
Lo cierto es que el deseo de lucir una piel blanca, parece no ser moda de esta era sino que se ha materializado en cada momento histórico y de diversas maneras en las diferentes culturas.
Tratamiento peligroso
Hoy en nuestros días, este fenómeno se repite en África, donde casi 8 de cada 10 mujeres se someten a riesgosos tratamientos con sustancias tóxicas para blanquear su piel, pese a las fuertes y reiteradas advertencias de especialistas y autoridades sanitarias sobre los peligros para la salud.
Cuando, en los bancos de la facultad de Medicina, Isima Sobande escuchó hablar de madres que decoloraban la piel de sus bebes, creyó que se trataba de una leyenda urbana. Pero no tardó en verlo con sus propios ojos.
Poco tiempo después de que fuera enviada a un centro médico de Lagos, capital económica de Nigeria, Sobande registró el ingreso de un bebé de dos meses, que se retorcía de dolor, con forúnculos muy grandes por todo el cuerpo.
La joven médica descubrió que su madre le estaba aplicando una crema de esteroides mezclada con manteca de karité, algo que la paciente definió como una ‘receta básica’ conocida por muchos nigerianos. ‘Estaba horrorizada, me aterró de verdad’, cuenta.
«Nuestra sociedad está condicionada por el hecho de que tener la piel clara es una forma de encontrar un buen trabajo, de tener una relación amorosa y, para muchos, eso es muy importante», añade la médica de 27 años.
La estrella del pop camerunés Dencia, una de las africanas de alto perfil que blanquea su piel. Ella también fue la imagen de un producto para blanquear la piel llamado ‘Whitenicious’.
En África, el blanqueo de la piel no es una novedad. Los expertos médicos llevan años advirtiendo sobre los riesgos para la salud que representan estos métodos de aclarado.
Por su parte, los defensores de esta raza de color que por años han promovido la conciencia negra no han tardado en manifestar su indignación, sobre lo que consideran una herencia nefasta, un lavado de cerebro, fruto de siglos de esclavitud y colonización.
Pero, paradójicamente, su voz se escucha más en el resto del mundo que en el continente africano, en donde el fenómeno cobra cada vez más fuerza.