La ciencia ha demostrado la asociación entre humor e inteligencia, investigadores australianos descubrieron recientemente que la gente graciosa, particularmente aquellos que disfrutan el humor negro, tienen mayores índices de inteligencia que los menos graciosos.
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Uno de los argumentos de la investigación es que se requiere habilidades congnitivas y emocionales para producir humor. El análisis muestra que la gente graciosa tienen más altos niveles de inteligencia verbal y no verbal, asimismo señalan que estos individuos presentan menos niveles de mal humor y agresividad.
Pero la gente graciosa no es solamente inteligente, la evidencia sugiere que tener un buen sentido del humor, además de estar relacionado con la inteligencia emocional, es una cualidad altamente deseada en un compañero.
Varias investigaciones llevadas a cabo por psicólogos evolucionistas explican que hombres y mujeres califican a las personas graciosas como más atractivas y muchos consideran este un rasgo muy importante en las relaciones a largo plazo.
El estudio muestra que el humor aumenta la percepción de la confianza, competencia y estatus, haciendo a las personas graciosas tener más influencia en la gente, este importante rasgo ayuda a la gente a comunicarse mejor.
Los resultados del estudio han ayudado a establecer conclusiones sobre el uso del humor en la educación y han demostrado que las lecciones que se imparten con humor son disfutadas por los estudiantes y hacen que la comprensión sea más sencilla.
