Los 30 pueden ser un momento crucial para muchas que creen deberían tener su vida definida y resuelta. Comienza justo cuando te das cuenta de que muchas personas a tu alrededor están sentando cabeza, teniendo el trabajo de sus sueños, en una relación estable y hasta formando una familia. Puede no ser la aspiración de todas pero vamos, muchas soñamos con encontrar alguien con quien compartir la vida o en su defecto, estar en el camino hacia aquello que nos haga verdaderamente felices.
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Ahora que estás cerca de los 30 (o ya estás en el tercer piso), ves tus 20 años como una edad tan fácil, en la que podías sufrir desilusión tras desilusión y no pasaba a más. Porque ahora sabes que los hombres a menudo no son tan maduros como las mujeres, y que no siempre están buscando lo mismo. Pero, alrededor de los 30 años, todo comienza a cambiar.
Olvidamos que el amor no es una cosa, ni tampoco un punto importante para marcar en una lista de cosas por hacer. No es un requisito o un logro, ni tampoco es como tener maestría o doctorado en la vida . Es una experiencia, y una complicada a cualquier edad. En todo momento es estimulante, inspirador, aterrador, doloroso, adictivo, hermoso, increíble y frustrante. Te hace feliz y te enloquece, te enaltece, pero al mismo tiempo te vuelve insegura.
Si eres el tipo de mujer que intentó convertir los encuentros casuales en compromisos, que forzó y aceleró cada relación por la obsesión de tener algo, entonces acepta que hay una bandera roja en tu modo de entender el amor. Las razones por las que eso no funcionó en tus 20 años son las mismas razones por las cuales esas relaciones funcionarán en tus 30. Así que atenta a estos puntos que te ayudarán a encontrar el amor.
Deja las expectativas.
Las expectativas son la clave de la infelicidad. Mientras más les permitimos manejar nuestras vidas, más insatisfechos nos volvemos. Si aún tienes amores pasados rondando en tu cabeza y tu corazón, es momento de dejarlos atrás. Si tienes el corazón roto por las expectativas que te habías hecho para este momento de tu vida, libérate y comienza a vivir el presente o no podrás tener un futuro.
Ignora las expectativas de amigos y familiares.
La peor parte de ser soltero es que otras personas sientan lástima por ti. Las presiones externas son agobiantes y pueden doler y bloquear tus ilusiones. No debes permitir que nadie haga expectativas sobre tu vida; ni es tan terrible estar soltera ni tampoco es lo máximo estar en una relación, recuerda que cada quien vive su vida como quiere. Deja atrás la imagen de «la loca solterona de los gatos» (¿qué tal que terminas siendo más feliz?). Y sí, hazle saber a todos que te molesta que te presionen y tengan compasión por tu situación amorosa.
No presiones
No salgas solo por encontrar a alguien para casarte. Cuando le dices constantemente a tus citas cuánto quieres casarte, automáticamente se preguntan si están saliendo contigo solo para casarse o si realmente te quieren (sin mencionar que todos se asustan con ese nivel de compromiso a la primera). Tampoco salgas con alguien por su potencial. Si quieres intentar una relación, debes aceptarlos por lo que son, en este momento. A nadie le gusta que les digan que necesitan cambiar.
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No busques intereses en común, enfócate en los valores
Elige siempre valores compartidos sobre intereses compartidos. Los intereses en común son importantes para tener un equilibrio, pero tener los mismos valores con respecto al futuro, la familia y el éxito, crean una conexión inexplicable y mucho más profunda.
No deposites tu satisfacción en los demás
Para muchas, la felicidad máxima y la plenitud se alcanzan cuando encuentran el amor y la estabilidad en una pareja. Sin embargo, cuando no lo encuentran, la vida se puede llenar de frustraciones. Es terrible creer que la felicidad depende de alguien más y no de tus logros personales. Tus decisiones no deben girar en torno a nadie más que en ti. Puedes creer que anteponiendo las necesidades de los demás a las suyas, obtendrás una recompensa futura pero no es así, pasa en las amistades y en el amor, así que no deposites tu satisfacción en nadie que no seas tú. Al final, lo que es para ti llegará pero antes, debes amarte y complacerte.