“Swing” es una palabra inglesa que significa “oscilar, columpiar”. Los swingers representan a las parejas liberales con un comportamiento que amplía y diluye el horizonte sexual. Ellos pueden realizar intercambio de parejas, pero abarcan un amplio rango de actividades eróticas efectuadas entre una pareja y una o más personas.
PUBLICIDAD
Un swinger es una persona practicando sexo libre con otras personas, generalmente intercambiando parejas. En América Latina, se utiliza como sinónimo también «parejas liberales».
Los conceptos de swinger e intercambio de parejas presentan algunas diferencias, el primero es más amplio y el segundo sólo es una opción, no una necesidad en este estilo de vida.
El fenómeno swinger es considerado más significativo después de la revolución sexual de la década de 1960, la invención de la píldora anticonceptiva y la aparición de tratamientos para muchas de las enfermedades de transmisión sexual que se conocían en ese momento.
Para ellos, recurrir a nuevos integrantes en sus relaciones sexuales mejora el vínculo de la relación, al poder vivenciar fantasías eróticas juntos, tener otras parejas sexuales visibles y sin compromiso emocional, lo cual no califica como una infidelidad, ya que solo la pareja está vinculada emocionalmente, teniendo a los otros compañeros solamente como fuente de placer físico y experimentación.
Dentro de la modalidad de práctica sexual, los swingers incluyen: actividad sexual con la pareja mientras otros observan el encuentro, relaciones sexuales con la pareja en el mismo cuarto en el que otras parejas están teniendo sexo, tener actividad sexual simultánea entre tres o cuatro personas.
En riesgo, igual que todos
PUBLICIDAD
Los swingers están expuestos a los mismos tipos de riesgos que las personas que practican sexo casual en caso de practicarse sin preservativo. Algunos de ellos practican sexo sin protección, una práctica conocida como barebacking, mientras que otros siguen prácticas sexuales seguras y protegidas (utilización de preservativos, estudio serológico previo conocido y demostrado). No obstante, existe un riesgo de contagiarse enfermedades como el VIH, dado que algunas ITS pueden diseminarse independiente del uso de condones, como el herpes, el VPH o los parásitos.
Objeciones religiosas y morales
En general, las religiones se oponen a estas prácticas, generalmente por motivos morales. La mayoría de las comunidades religiosas y/o moralistas consideran el swinger como una forma de adulterio, a pesar del acuerdo y conocimiento mutuo de la situación. Algunos argumentan que la estricta monogamia es la forma ideal para las relaciones matrimoniales y que las relaciones sexuales sólo deben tener lugar entre parejas monogámicas comprometidas.
Doctor Mauricio Salas Sironvalle, urólogo, sexólogo y magister en psicología clínica. Vicepresidente Sociedad Chilena de Sexología