¡No es lo mismo control que confianza! Es fundamental que las parejas sepan establecer sus barreras y códigos de comunicación sin que esto socave las libertades del otro. En tiempos de vertiginosa evolución de la tecnología resulta tan común como lamentable que muchas personas se sometan al cibercontrol de su compañero de amores.
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En la actualidad, la tecnología permite que personas puedan estar conectadas en cualquier momento y desde cualquier lugar. La hiperconectividad hace, con la internet como vía ideal, se puedan hacer relaciones de amistad, compañerismo, e incluso parejas gracias a la red.
Sin embargo, uno de elementos en contra de esta conectividad abrumadora es que, en ocasiones, se pueda caer en el control, o específicamente cibercontrol por una de las partes de las parejas.
Las conductas de cibercontrol tienen diversas etapas, y su pronta detección y corrección, puede garantizar el bienestar y una larga vida a las parejas. Si tu compañero revisa lo que escribes en tu celular, si quiere controlar con quién puedes hablar, si interviene o critica todo lo que publicas en tus redes sociales, estás en conductas de cibercontrol que, aunque para muchos resulten normales, son erróneas desde todo punto de vista.
Toma nota de estas conductas de cibercontrol que son las primeras alarmas:
• Controlan qué publicas en tus aplicaciones y redes sociales
• Están atentos de cada actualización, estado y hora de conexión de sus mensajerías móviles y redes sociales
• Utilizan tus publicaciones o actividades en redes sociales para burlarse de ti o menospreciarte.
• Exigen explicaciones constantes sobre qué estás haciendo, dónde y con quién. Si no está de acuerdo busca persuadirte para que abandones tu ocupación.
• Intentan limitar tus amistades, conocidos, compañeros y los contextos en que compartes con ellos, incluso en grupos de WhatsApp, por ejemplo.
• Si muestra inconformidad o molestias argumentan que lo hacen «por tu bien» o «por amor».
Especialistas advierten que estas conductas de cibercontrol se presentan cada vez en las poblaciones jóvenes, por lo que invitan a los padres a formar a sus hijos con el valor de la confianza como precepto.
No es necesario escudriñar y voltear el teléfono celular de tu pareja o stalkear en máximo nivel sus redes sociales para controlar sus movimientos, mejor invierte ese tiempo en generar confianza en ti y en tu pareja, por supuesto, ganar un nivel óptimo de convivencia y seguridad.