Toña ha depositado toda su vida en su esposo Manuel. Un fin de semana decide ir a la peluquería para cortarse el cabello en vez de ir con él pero cuando regresa, se encuentra con que ha conocido a otra mujer y que quiere el divorcio. Y así es como se desata un ventarrón que mueve la vida entera de Toña donde inicia el monólogo de Zaide Silvia Gutiérrez «Hasta la China fueron a dar mis mechas con el ventarrón».
PUBLICIDAD
La obra está basada en el libro del israelí Amos Oz y es en manos del director Otto Minera y la extraordinaria interpretación de Zaide que se crea una acertada adaptación que combina talento y la propia experiencia como mujer de la actriz.
De entrada, el corte del cabello queda relacionado con el rompimiento de una relación o al menos, se convierte en una simbología de cortar con aquello a lo que habías vivido atada toda la vida, como el caso de Toña en su matrimonio. A lo largo de la historia, el cabello ha sido un significado de femineidad pero para Zaide, no existe algo más femenino que el simple hecho de ser mujer.
«La mujer es femenina porque es mujer. Todos los demás atributos son algo cultural. Las curvas, los senos, el vientre son femeninos pero culturalmente nos han obligado a jugar papeles de competencia para ver quien tiene mas’, explica Zaide. «Los atributos de la femineidad son los caracteres sexuales secundarios con los que nacemos e igual pasa con los hombres».
Sobre el escenario, Zaide Silvia hace parecer que interpretar a una Toña es simple, pero es justo ahí donde logra desenmascarse en una conversación cara a cara con su público hasta que logra que se reflejen en la historia. Porque a la distancia, el comportamiento de Toña parecería demasiado ridículo, pero conforme pasa el tiempo es fácil reconocerse en su sentir o al menos ponerse a pensar ¿qué haría yo frente a una ruptura después de tanto tiempo «dependiendo» mi felicidad en alguien?.
Lo curioso, es que Zaide no se siente identificada con su propio personaje sino que logra canalizar sus referentes de vida o de historias cercanas que ha vivido a lo largo de su vida. «Es un monólogo lleno de convicciones pero que nos pone a pensar el lo que pueden atravesar los demás frente a un trance y algunos podrán ponerse en el lugar de su esposo o de la mujer por la que la deja», cuenta la actriz.
El machismo en el teatro
En una época en la que todo parece rendirle tributo al hombre -como suele suceder- Zaide parece consciente de las dificultades que pueden presentarse en cualquier ámbito de la vida. Sin embargo, se muestra segura ante su talento y su trayectoria, más allá de los roles de género.
PUBLICIDAD
«Yo lo único que intento es tener un nivel de competitividad profesional que me de más oportunidades. Estoy consciente de que no me pagan igual que un hombre pero tengo la capacidad laboral que hace que de pronto prefieran que esté yo en vez de un hombre. Una de las maneras de luchar contra el machismo, es con la capacidad»
«Por ser mujer ya soy femenina»
La sociedad nos ha inculcado que el hombre por ser hombre ya sabe más pero se convierte en una falacia ya que como señala la actriz, «el conocimiento no tiene género» y tanto hombres como mujeres pueden aprender y demostrar sus capacidades por su trayectoria de vida.
«Ser mujer no me ha hecho conseguir nada y si lo he hecho es por mi ser mujer y el tipo físico que tengo que se adapta al papel», explica Zaide, añadiendo que el problema del machismo en la sociedad está la preparación y la calidad de educación que se tiene.
«Admiro a Julieta Egurrola, Ana Ofelia Murguía y Rosenda Montero aunque también a Meryl Streep. En realidad soy capaz de admirar cualquier trabajo de calidad. También me da también mucho gusto y orgullo las niñas que ganan concursos de matemáticas o de ciencias».
La actriz Zaide Silvia Gutiérrez, se encuentra en el monólogo «Hasta la china fueron a dar mis mechas con el ventarrón», el cual se presenta lunes y martes a las 20:00 horas en la Sala Vilaurrutia. Las funciones terminan el 24 de abril.