No tienes que tener millones en una cuenta o un número considerable de seguidores, ser diva es una condición al que cualquier mujer puede ser sometida, es una tema de actitud, de reacción ante la vida y de gustos específicos que efectivamente te conviertan en la más diva de todas.
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Lo primero que debes determinar es tu personalidad, una diva siempre se hace notar, tiene una personalidad altiva, segura, llama la atención por el carisma y actitud, a una diva le sobra siempre personalidad. Esto va de la mano con su sentido de la moda, siempre sorprende con sus combinaciones y hasta en un momento relajado y cero glam siempre está de punta en blanco.
Hay dos cualidades claves de las divas: son valientes y son líderes, ellas imponen comportamientos, no se adaptan sino que son transgresoras, tienen a liderar movimientos e inspirar, ser diva es ser arriesgada y contundente. Es por eso que las divas son consideradas atrevidas, también tienen una seguridad innata para ser consideradas muy sexuales, es que disfrutan su feminidad al cien por ciento y se consideran mujeres dominantes, hasta en la cama.
Una diva se caracteriza por ser adicta a las compras y no solamente de prendas sino además de experiencias, siempre a la vanguardia de sitios, de entretenimiento, de noticias, una diva es la primera en asistir a una apertura o la primera en ver un estreno de cartelera.
El limite es algo que una diva tiene muy claro, desde saber hasta donde llegar con una prenda para no pasar a lo vulgar hasta saber que respuesta dar para no ser grosera, una diva tiene un par de tacones pero bien puestos sobre la tierra.