Por Karen Hernández
Steve Jobs fue una de las mentes impulsoras del gigante de la tecnología, Apple. Sin duda fue un hombre de fuertes convicciones, hambriento de la perfección y visionario desmedido. Para Steve, lo límites parecían no existir y es que cuando tienes a tu cargo una de las compañías más importantes del mundo, lo último que quieres es frenar tus ideas.
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Cuando era muy pequeño, Steve fue adoptado por Paul y Clara Jobs ya que sus padres biológicos eran estudiantes y no estaban casados. Aunque siempre fue muy disciplinado, su espíritu rebelde hizo que sólo durara un semestre en la universidad, ¿pero qué más da si eres un genio capaz de armar tu propia empresa en el garage de tu casa? Después de todo, para Steve, la clave del éxito estaba en «arriesgarse a fracasar».
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