Por: Carolina Palma Fuentealba
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Hace 7 años me hablaron sobre personas que seguían el movimiento rawfood o comida cruda y, pese a que era vegetariana me pareció una locura, aunque para los que optan por este estilo de vida la locura consiste en seguir consumiendo productos procesados repletos de sal, grasa y azúcar que nuestro cuerpo no reconoce. Y, en consecuencia, dejamos de lado los alimentos que nos brinda la sabia naturaleza compuestos de agua, fibra y nutrientes. Este movimiento crece cada día porque muchos experimentan la desaparición de ciertas enfermedades, bajan de peso y a la vez se conectan con la naturaleza y el mundo espiritual.
Quizás sientes que no existe mucha información, pero al menos las redes sociales cobijan mucha. En YouTube, por ejemplo, hay personas inspiradoras que sólo pretenden que comamos más cantidad de frutas y verduras crudas, sin la necesidad de volvernos 100% crudiveganos. Es el caso de una joven llamada «Rawvana», coach de salud que muestra a diario su vida, o «Dale Vida a La Vida» y «Gastrawnomica», con información más detallada. Todos estos youtubers viven en Estados Unidos, cuna del crudiveganismo contemporáneo, donde es fácil encontrar restaurantes que ofrecen solo frutas y verduras frescas, batidos y jugos.
Chile no está tan lejos de esta tendencia, gracias a nuestra variedad y calidad de alimentos. El chileno Nico Decarli creó la plataforma Simple y Vivo (simpleyvivo.com), que promueve una alimentación mayoritariamente crudivegana, pero que también tiene flexibilidad con la comida cocinada. «El problema no es cocinar los alimentos, sino cuáles, de qué forma y la proporción en tu dieta. Es distinto comer todos los días arroz blanco a de vez en cuando un arroz integral, amaranto, quínoa, trigo sarraceno. Finalmente nos alimentamos con lo que ofrece el mercado, pero existen mejores opciones. Uno de los mayores argumentos para comer raw food es que al cocinar se pierden enzimas que ayudan a la digestión, además de nutrientes que necesita el cuerpo», explica.
Decarli, quien se especializó en cocina vegana en Texas y ahora da clases prácticas, confiesa que antes solo comía lechuga y palta, en cambio ahora opta por variadas frutas y verduras. Es que «el correcto uso de alimentos no procesados hace que nuestra máquina (cuerpo) funcione con el combustible ideal. Si al auto le ponemos otro tipo de gasolina, cada día empeorará. Eso pasa en la alimentación general actual, y por eso me interesa entregar esta información, que la gente se empodere y tome decisiones para mejorar su salud física y emocional».
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En este tipo de alimentación no existen reglas como comer cada 4 horas, sino que se vive en abundancia absoluta. Sólo es necesario escuchar al cuerpo para darle lo que requiere. Si piensas que tu cuerpo pedirá papás fritas con pollo, es sólo porque recuerda ese plato. Todos coinciden en que cuando haces el cambio, el cuerpo pide determinas frutas o verduras. Nico Decarli detalla que existen subgrupos dentro de este movimiento, como quienes tienen una dieta alta en grasas vegetales (frutos secos, palta, aceite de coco), otros que prefieren abundancia de frutas y sanos carbohidratos, y aquellos que mezclan las frutas y verduras para crear una dieta baja en grasas. «Personalmente promuevo esta última, que entrega carbohidratos, proteínas y una proporción de grasa suficiente para que el cuerpo funcione de forma correcta».
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Una de las dudas más comunes cuando alguien se convierte en vegetariano es dónde están las proteínas. Fácil, ¡en frutas y verduras! Todas tienen en diferente porcentaje, especialmente las hojas verdes oscuro, como espinaca, acelga, rúcula, berros, brócoli, kale; también las legumbres, los champiñones, la semilla de cáñamo –que tiene todos los aminoácidos esenciales–, la chía, la linaza. Muchas veces se consumen en jugos o batidos, porque se necesitan grandes porciones de una sola vez. «Recordemos que un pedazo de carne se digiere en dos días, en cambio con esta alimentación se digiere en 2 horas máximo. Esto hace que el cuerpo obtenga más energía porque se requiere menos trabajo de digestión, y nos quedamos con más energía. Por lo mismo se aconseja no comer tarde comidas procesadas, porque el cuerpo se quedará digiriendo y al día siguiente despertaremos cansados».
Cada alimento es una medicina, y sólo se necesita inmiscuirse en este tema para mejorar la diabetes o problemas a la piel, causados a veces por exceso de una determinada proteína. Para mejorar la piel, además de alimentarse sanamente, Decarli recomienda la clorofila, un alimento que depura el cuerpo en general. «La clorofila le da el pigmento verde a los alimentos, y obviamente está concentrada en hojas verdes, especialmente en pasto de trigo (70% clorofila). Este alimento es tan similar a la estructura molecular de la hemoglobina que hace que se haga una transfusión de la mejor calidad a nuestra sangre. Se puede comprar semilla de trigo orgánica, sin gluten, se corta, se pasa por el extractor de jugo o buscar los shot de trigo preparado que algunos grupos ofrecen (www.verdevivo.cl).
¿Por qué es mejor un extractor de jugo que licuadora? El experto aclara que para los batidos, donde predominan las frutas, se usa la licuadora, dejando el agua y fibra que tiende a satisfacer más. Pero para personas que les cuesta digerir y quieren sanar más rápido, conviene elegir los jugos hechos con el extractor de jugos, donde además priman las verduras. Este mes comienzan sus clases de cocina crudivegana, que publicará en las redes sociales en www.simpleyvivo.com/.
Sí a la vida sana
Otra pionera que realiza clases de alimentación viva, como se denomina en Chile, es Belén Dussaubat (29). Desde 2011 comparte información en la red bajo el nombre Chirimoya Alegre, un espacio nutritivo que existe para difundir prácticas de vida sana que nos ayuden a alimentarnos concientemente. Es Ingeniera Comercial y, al igual que Nico, estudió cocina crudivegana en Estados Unidos. «Antes sufría colon irritable, tenía acné severo, dolores de cabeza fuertes, y gracias a este tipo de alimentación logré sanarme. Aquí no existía información, pero empecé a investigar y me hizo mucho sentido volver a lo natural. Conocí a mi ex pololo, que es chef de este tipo de comida, y tomé clases con él, luego estudié. Es una búsqueda personal, porque hasta hace poco nadie sabía. Con respecto a mi cambio, se dio de forma bien brusca: me hice vegetariana y de pronto dejé todos los alimentos cocidos por un año. Al poco tiempo se me fueron los dolores de cabeza y me sentía con mucha energía. Luego se sanó mi piel y comencé a hacer deporte, porque tenía demasiada energía. Mi peso bajó un poco, pero luego se mantuvo totalmente. Ahora como algunas cosas cocinadas».
Belén no recomienda consumir sólo frutas y verduras, porque podría ocasionar problemas hormonales. Por lo mismo importa incluir «grasas», como frutos secos, palta, aceites. Antes de empezar, lo principal es informarse, porque a las mujeres con resistencia a la insulina se les recomiendan sólo dos pequeñas frutas, pero sí pueden consumir productos que contengan azúcar procesada o grasas. «La fruta contiene el azúcar más puro, aunque igualmente en transición conviene consumir más verduras, y cuando el páncreas e hígado funcionen bien, empezar a incluir cantidades más grandes. Si comparas el aporte nutricional de una galleta con una manzana, que quizás tenga las mismas calorías, la fruta te entrega antioxidantes, fibra que ayuda a limpiar el cuerpo, y agua, que ayuda a sacar las toxinas. No es comparable», enfatiza.
Sobre este boom por los alimentos orgánicos, Dussaubat cree que conviene preferirlos, pero sin obsesionarse. «Ojalá las verduras de hojas verdes sean orgánicas, porque son muy sensibles. En cambio, las frutas se pueden pelar para no consumir insecticida. Para ser sincera, a veces consumo con cáscara porque también tiene minerales importantes; voy variando».
¿Cuál es la única vitamina que no entrega el mundo vegetal? La B12. Algunos crudívoros la complementan con cápsulas de vitamina B12 que están en el mercado. «Personalmente la consumo, aunque conozco personas que nunca la tomaron ni la necesitan, pero ojo; esas personas viven en ambientes naturales, consumen alimentos orgánicos, bajo el sol, con menos estrés, un estilo de vida que ayuda a la absorción de los nutrientes», aclara Belén. En chirimoyaalegre.cl puedes elegir también talleres y clases que duran 3 meses para aprender a fabricar tus propias leches vegetales, postres y ensaladas.
Los expertos se encuentran divididos con este tema. Finalmente, la decisión es personal, y mucho mejor si se puede tomar en base a exámenes médicos y guiados por expertos.
María del Pilar Rodríguez, coordinadora nacional de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Santo Tomás, asegura que es posible vivir sin carne haciendo una adecuada selección de los alimentos, que contribuyan a cumplir los requerimientos diarios de nutrientes. «Eso sí es necesario tener presente que los niños en etapa de crecimiento, embarazadas y adultos mayores son grupos que tienen necesidades específicas por el estado fisiológico y ciclo vital, y se recomienda precaución y un seguimiento adecuado».
Sobre el crudiveganismo, su postura en más radical: «Las frutas y verduras aportan agua, fibra y micronutrientes principalmente, y durante ese periodo la ingesta será deficitaria en hidratos de carbono, lípidos, proteínas, y la mayoría de vitaminas y minerales». De todas formas, está de acuerdo en que conviene llevar un régimen variado de alimentos y preparaciones para no sufrir deficiencias nutricionales, entonces, si hace meses que no comes X verdura o fruta, cómprala ya.
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A algunas personas con diabetes o resistencia a la insulina se les limita el consumo de frutas, pero la experta dice que si consumimos más frutas «quizás perderíamos las ganas de comer golosinas… De todos modos, una fruta es una excelente colación natural que no reemplaza un evento de comida, pero sí constituye parte de una alimentación equilibrada».
Dónde
* Encuentra frutos secos, higos, dátiles y más en Tostaduría Mataquito (Avda. El Bosque Norte, 032, metro Tobalaba).
* Si quieres aceite de coco, ghee, tahini, leche de almendras, los venden en Aldea Nativa (Av. Tobalaba 1799, Providencia, metro Colón) y Luki (Avda. Providencia 2550, local 20, metro Tobalaba).
* Para comprar verduras y productos orgánicos, visita la Eco Feria de La Reina, abierta los miércoles y sábados de 9.30 a 14 horas (Avda. Alcalde Fernando Castillo Velasco 9750, La Reina).
¡Alimentos favoritos!
* Los dátiles son la golosina número 1 de los crudiveganos. Tiene bastante azúcar, así es que compensa las ganas de comer chocolate. «Tiene un alto índice glicémico, entonces no te vas a comer un kilo. Y no sólo tiene azúcar, también magnesio y calcio», explica la creadora de Chirimoya Alegre.
* Otro alimento que usan mucho es el kale o col rizada, que tiene más calcio que la leche, bastantes proteínas y vitamina C. «Ojalá se consuma crudo en jugos, porque cocido pierde muchas propiedades», aconseja Belén.
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