Una rutina de ejercicios no tendrá éxito si no se complementa con una dieta adecuada, aseguran los expertos. Todos los músculos del cuerpo resentirán o verán beneficios dependiendo de tu alimentación, la cual se convierte en una de las partes más sensibles para conseguir la ecuación correcta y notar resultados a corto plazo.
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Si ya tienes la disciplina de ejercitarte regularmente, comienza a poner atención a los pequeños detalles que están más allá del ejercicio, como la alimentación, el descanso y los malos hábitos que, por pequeños que sean, afectan tus resultados de manera significativa y se convierten en un obstáculo para alcanzar las metas que deseas.
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Eres lo que comes
Un error muy recurrente entre la gente que practica deporte de forma regular pero que no alcanza los resultados deseados, radica en que no cuidan de su alimentación. Por el contrario, se ‘premian’ de más luego de haber hecho una rutina impecable durante toda la semana, al consumir alimentos que no están en su dieta.
El canadiense Brad Pilon, autor del best seller «Come, Detente, Come» y experto en pérdida de peso, explica en su libro la importancia de la alimentación mientras se sigue una rutina de ejercicios; él sostiene la regla 80/20 en la que asegura que una dieta es responsable del 80% de la cantidad de grasa acumulada en el cuerpo mientras que el ejercicio influye sólo un 20%. Por lo que no importa la cantidad de abdominales que hagas, si no eliminas los malos hábitos de tu alimentación no hallarás resultados. Si bien el ejercicio ayudará a trabajar una parte del cuerpo, hay que complementar este esfuerzo con la reducción de grasa desde la ingesta, dice Pilon.
Buenos hábitos
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Una forma de comenzar bien el día es desayunando saludablemente. Si te ejercitas por la mañana puedes beber un yogur, que ingerido 30 minutos antes de tu rutina, te dará la energía necesaria.
La hidratación también es un factor muy importante que hay que tomar en cuenta, recuerda beber al menos dos litros de agua simple al día y en especial mientras haces ejercicio, el mantenerte hidratada evitará cualquier tipo de calambre y te dará sensación de saciedad, evitándote las tentaciones de esos malos hábitos que no has podido dejar.
En tu dieta diaria no dejes de incluir frutas y verduras, en especial los de color anaranjado que incluyen fibra, antioxidantes y beta carotenos que ayudarán a compensar el esfuerzo de tus músculos. Zanahoria, naranja, melón y duraznos están en este grupo y son ideales como colación para matar la ansiedad entre comidas o como guarnición en tu plato fuerte, en lugar de ese puré que no ayuda mucho. Y por último, pero muy importante, la sal y el exceso de sodio inflamarán tu vientre. Así que evita la soya y busca en el súper una sal baja en sodio.
La ecuación perfecta
No te desesperes por obtener el abdomen plano, es una cuestión de tiempo y de disciplina.
Myatt Murphy, autor del libro «El cuerpo que quieres en el tiempo que tienes», sugiere seguir el siguiente orden a diario:
– Sigue una dieta sana diariamente
– 20 minutos de cardio 3 a 5 veces por semana
– 15 minutos de trabajo muscular 3 veces por semana
– 5 minutos de abdominales 5 veces por semana
– Descansa
Así que ya lo sabes, antes de desistir en tu rutina de ejercicios, analiza lo que comes y retoma el buen camino.