Por Valeska Silva P.
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Vivir y trabajar en otro país suele ser una gran experiencia. Aprender otros idiomas, conocer diferentes culturas, viajar y visitar diversos lugares… Una oportunidad única que cada día es más viable gracias a las posibilidades laborales que otorgan otros países. Y en este sentido los más interesados y entusiastas son jóvenes, quienes además de trabajar para mantenerse, aprovechan de estudiar y perfeccionarse en universidades u otros programas educativos en el extranjero. En general, todos coinciden en lo mismo: se trata de una experiencia 100% recomendable.
Au Pair es uno de los programas disponibles de Intrax, compañía norteamericana que opera en más de 100 países en el mundo hace ya 30 años y que ofrece diversas opciones, entre las que se encuentran intercambio escolar, cursos de inglés, work and travel y el de cuidoras de niños, Au Pair. Este corresponde a un programa de intercambio designado por el gobierno norteamericano que otorga la oportunidad de perfeccionar el inglés, trabajar y estudiar en Estados Unidos, viviendo con una familia anfitriona y cuidando a sus niños.
Marcela Donoso es country manager de Intrax Chile, y asegura que Au Pair es un programa muy conocido en Europa, pero que en nuestro país recién se está haciendo más popular. Tiene una duración de un año, pero puede extenderse por un segundo período. «Incluye pasaje aéreo, seguro médico, un bono educativo de 600 dólares para estudiar en las horas libres y un fin de semana de entrenamiento en la academia, en la ciudad de Nueva York». Comenta que los requisitos para postular son ser mujer entre 18 y 26 años, tener experiencia en cuidado de niños de al menos 300 horas –las que deben estar respaldadas por cartas de referencia– contar con licencia de conducir vigente y, lo más importante, «tener un nivel de inglés intermedio en conversación. Este es un requerimiento básico para poder comunicarse con la familia anfitriona y que se evalúa mediante una entrevista vía Skype, la que se realiza al final del proceso de postulación».
Teresa Latife es periodista y estuvo en el programa durante el año pasado, luego de terminar la universidad. Vivió en la ciudad de Nueva York al cuidado de dos jóvenes de 15 y 17 años. Partió para mejorar su inglés, conocer otra cultura y crecer como persona. «Me fui por un año, y por mi experiencia lo recomendaría 100%. Uno mejora el inglés, te haces más independiente, tienes un sueldo, puedes viajar, conoces otras culturas, es súper recomendable». El horario de trabajo –45 horas semanales– se coordina con la familia de acuerdo a las necesidades. «Mientras las niñas estaban en clases yo estudiaba inglés. Las llevaba al colegio y luego me iba al curso todas las mañanas».
El pago suele ser aproximadamente de 1.000 dólares mensuales. «Como te dan la comida y el alojamiento, la plata es para uno. A mí me tocó una familia súper buena, tuve mucha suerte».
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Javiera Pinto también realizó el programa. Vivió entre los años 2011 y 2013 en Richmond, Virginia. «Me fui porque estudié dos carreras que no me gustaron y no quise iniciar en ese momento una tercera, y porque decidí mejorar mi inglés. Lo recomiendo 100%, pero sólo si te gustan los niños, porque sí es un trabajo… O sea, puedes ir por viajar y aprender el idioma, pero si no te gustan los niños es un problema, porque a eso vas. Se pasa súper bien, ganas muchas cosas, experiencia, pero es trabajo, eso hay que tenerlo súper claro». Para ella se trató de una muy buena experiencia, que va a recordar siempre. «Me encariñé mucho con la familia, y además los últimos cuatro meses del primer año hice grandes amigos y lo pasé demasiado bien. Le estaba agarrando el gusto ciento por ciento. Siempre lo pasé bien, pero ya tenía muchas más actividades, entonces si me iba era como dejarlo incompleto».
Javiera aprovechó esta oportunidad al máximo. «No tenía gastos, porque hasta la bencina del auto me la pagaba la familia. Aunque volví sin dinero porque me lo gasté todo viajando, saliendo los fines de semana. No conocí tanto en extensión, pero iba casi todos los fines de semana a la playa o a la montaña con mis amigos. Trabajaba en la semana, pero disfrutaba mucho el tiempo libre». Cuidó a tres niños que tenían 2, 4 y 7 años cuando llegó. Tomó clases de inglés, preparó el examen Toefl, y realizó cursos de historia, comunicación y oratoria en niveles avanzados. Además, en sus horas libres jugó voleibol, fútbol y asistió regularmente a un gimnasio.
Una decisión difícil
Destinos como Canadá, Australia y Nueva Zelanda se encuentran entre los favoritos de los jóvenes chilenos. ¿Por qué? Estos países tienen mayores facilidades en la obtención de visas para estudiar y/o trabajar que Estados Unidos, por ejemplo. Así lo aseguran Tomás Marshall y Felipe Energici. Ambos vivieron durante casi un año fuera de Chile, Tomás en Australia y Felipe en Nueva Zelanda. «Partí a Australia en marzo del año pasado, en una primera instancia pensando en estudiar inglés, lo que hice en una ciudad pequeña. Estuve dos meses en la universidad y después decidí irme a trabajar para ahorrar y empezar una especie de nueva vida, en Sidney. La decisión de mi viaje fue porque venía saliendo de la universidad y quería tener una pausa antes de entrar a trabajar. Quería también tener el plus del inglés, que se está valorando mucho a la hora de buscar trabajo. Recomiendo bastante hacerlo en ese momento, como saliendo de un ciclo, antes de entrar en otro», destaca Tomás.
Agrega que no fue una decisión fácil. «Lo que más valoro es haber tomado la decisión de irme solo. Eso para mí fue lo más difícil, porque era muy apegado a mi familia, siempre muy cómodo. Entonces fue un paso muy importante. Fue el paso más difícil, pero creo que el único, porque después se van dando las cosas y uno va aprendiendo a lo largo del camino».
Respecto a su experiencia, asegura que Australia es un destino ideal para extranjeros en este tipo de viajes, aunque reconoce que el valor de la visa es alto y se debe tener una base de inglés, como el examen Toefl aprobado. «Partí con una visa que se llama Work and Holiday, que da la opción de estudiar y trabajar el tiempo que uno quiera. En Sidney existen agencias especializadas que buscan gente con este perfil para conseguir trabajo, lo que facilita mucho la búsqueda. Son pegas básicas que pueden ser de días, semanas y hasta meses en construcción, bodegas o restaurantes. Pagan muy bien, permiten tener una vida bastante cómoda, hasta te permite ahorrar».
Destaca que los australianos tienen una cultura desarrollada, muy distinta a la nuestra. «Es gente que te valora y respeta mucho. Especialmente en este tipo de trabajos que en países como Chile no son bien mirados. Allá estás de igual a igual con cualquier persona, donde además las diferencias de salarios no son tan grandes como acá. Nunca sentí discriminación de ningún tipo. Ni por ser extranjero, chileno o latino».
Entre otros trabajos, Tomás fue ayudante de cocina en el Opera House, de Sidney. La califica como una muy buena experiencia que le dio estabilidad económica durante varios meses y que hasta le permitió ahorrar para hacer un viaje soñado al sudeste asiático –una de sus prioridades en esta aventura– y que realizó durante los tres últimos meses de su estadía en el extranjero.
Por su parte, Francisco Energici relata su experiencia en Nueva Zelanda. «Lo elegí porque tenía muchas ganas de conocer ese país en particular y porque representaba buenas oportunidades de trabajo, debido a que para un chileno es fácil la obtención de visa. Además era la posibilidad de ganar dinero rápido para viajar y conocer Oceanía y otras islas que están cerca. Porque uno de mis objetivos era surfear en Indonesia y conocer otras culturas». Coincide con Tomás en que las puertas están abiertas para cualquier persona para trabajar en actividades más bien básicas en restaurantes, construcción, hoteles y agricultura. «Es muy fácil conseguir ese tipo de trabajo. Ahora, si quieres algo más profesional, debes tener un título y homologarlo, idealmente. Para mí fueron vacaciones pagadas. Fui a trabajar, pero también a pasarlo bien y recorrer. Es un país que te permite ciertas comodidades, porque es barato arrendar una casa o tener un auto, frente a otros destinos». Él también estuvo con una visa Work and Travel, como Tomás; es una denominación común que permite trabajar y estudiar en varios países. Trabajó fundamentalmente en el campo, «cosechando kiwis, zapallos y en un par de viñas; también estuve lavando platos. Lo que hacía era buscar trabajo en el lugar que quería conocer. Parece difícil, pero se puede. Allá tenía esa libertad».
Los requisitos para postular al programa Au Pair son, entre otras cosas, tener experiencia en cuidado de niños de al menos 300 horas y tener un nivel de inglés intermedio en conversación.
Más información
* Si estás pensando en Estados Unidos, en el sitio web www.trabajoenusa.com puedes obtener más información respecto de las diferentes visas y sus requisitos.
* En www.intrax.cl encuentras los antecedentes de todos sus programas.
* Para información respecto a Australia, entra a www.border.gov.au/.
* Y para Nueva Zelanda, visita el sitio www.nuevazelanda.cl/trabajar. Obtén información detallada acerca de las opciones de visa de trabajo en:
www.immigration.govt.nz/work
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