En ocasiones todos nos hemos sentido cansados debido al exceso de trabajo e, inclusive, hay veces que vivimos deseando que lleguen nuestras siguientes vacaciones o nuestro próximo día de descanso. Esto es muy normal, debido a que, al trabajar, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones sufren un desgaste natural. Con el trabajo experimentamos cierta tensión que se puede ir acumulando, causando una serie de padecimientos propios de la fatiga laboral.
PUBLICIDAD
MÁS: ¿Por qué vivimos una vida tan acelerada?
Existen algunas señales para reconocer que estamos agotados por exceso de trabajo y falta de descanso:
Cansancio físico. El desgaste físico se empieza a notar en el cuerpo cuando experimentamos exceso de sueño en horas laborales, además de dolores de cabeza, de espalda, tensión en los hombros, tendencia a resfriarnos, falta o exceso de apetito, dolores musculares y una muy común: ojeras o bolsas en los ojos. Cuando presentamos estos síntomas significa que nuestro cuerpo nos está dando la señal de que nos hace falta descansar, dormir y relajarnos un poco.
Cansancio mental. Lo padecemos cuando nos damos cuenta que no estamos siendo productivos y eficientes en nuestras tareas laborales; es decir, estamos tan cansados que ya nos cuesta trabajo pensar de manera ágil; no rendimos, comenzamos a tener errores o confusiones en el trabajo, no organizamos los pendientes de manera adecuada, perdemos las cosas, no llegamos a tiempo, etc.
Cansancio emocional. Al estar fatigados por el trabajo, comenzamos a estar irritables y molestos por todo (sean asuntos relacionados con el trabajo o no). Hay personas que comienzan a tener reacciones agresivas, otros lloran por todo con facilidad; algunos, inclusive, se sienten deprimidos, desmotivados y enojados con la vida. Lo peor del asunto es cuando esta fatiga comienza a invadir las áreas personales de nuestra vida, como las relaciones sociales y familiares; es decir, cuando nos sentimos así, ya no queremos salir ni ver a nadie; peleamos con facilidad con nuestra pareja, no disfrutamos a los hijos, etc.
No hay que olvidar una característica muy importante del cansancio laboral; el hecho de que, poco a poco, dejamos de disfrutar de nuestro trabajo y de nosotros mismos en el aspecto profesional. Al sentirnos tan fatigados todo se empieza a volver una carga pesada, una fuente de estrés y de sensaciones desagradables.
PUBLICIDAD
¿Qué podemos hacer para prevenirlo?
Cuando la tensión y la monotonía comienzan a invadir el terreno laboral, es momento de hacer una pausa y evaluar: ¿Por qué me estoy desgastando tanto al hacer esto?, ¿Es necesario sentirme tan estresada?, ¿Es posible que tome un descanso? ¿Estoy afectando mi vida profesional y personal con el exceso de trabajo? Muy probablemente al respondernos de manera sincera y comprender qué esta sucediendo con nosotros, podremos relajarnos, tomar un descanso y disfrutar un poco más del trabajo y de la vida.
Es por ello que es de gran importancia:
– Dormir y descansar bien.
– Comer sanamente y hacer ejercicio, ya que esto ayuda a relajar el cuerpo y a descargar tensión.
-Tomar descansos cortos en el trabajo, alternándolo con actividades que nos sean agradables.
– Pedir ayuda y aprender a delegar trabajo a los demás.
– Organizar nuestro día con una agenda o lista de pendientes.
– Tener a alguien con quien platicar y desahogarse de los problemas.
– Disfrutar y olvidarse del trabajo en días de descanso.
– Tomar vacaciones regularmente y aprovecharlas lo mejor posible
*Maite Sainz Manero es psicóloga en integrante de la Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM).
DESCUBRE MÁS EN VIDEO:
Así reaccionan las personas cuando les dicen que son bellas
Y EN IMÁGENES:
Frases motivacionales para empezar y terminar bien tu día
Include SSI