En diciembre tenemos tantas cosas en la cabeza, que no es extraño que se nos olvide algo. El problema está cuando ese ‘algo’ es un un ansiado regalo de Navidad en un intercambio familiar o en el trabajo. ¿Qué se puede hacer? Aquí te damos algunos tips.
1. No sustituyas. Es lo peor que puedes hacer porque demuestra no sólo que se te olvidó, sino buscaste la salida más fácil para no quedar mal: comprar una cosa distinta a la que la persona pidió.
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2. Sé honesto. Está bien, olvidaste el regalo o más bien, te acordaste cuando ya no había mucho qué hacer. Lo mejor es ser honesto. Compra algo que sepas que le gustará (ojo, este regalo es simbólico y no sustituye al ‘original’) o bien hazlo tú mismo y habla honestamente con la persona o escríbele una carta.
3. Cumple tus promesas. Para no ser criticados, ofrecemos mil disculpas y prometemos resarcir el daño (comprar el regalo) al día siguiente. Pasan los días, las semanas y nada ocurre, como si por no ser Navidad ya no importara. El punto está es que hiciste un compromiso y debes cumplirlo, de lo contrario te enfrentarás a un rechazo o a una mala fama que te perseguirá por mucho tiempo. Alguien que olvida el regalo del intercambio y que jamás lo compra es un blanco fácil para los duros comentarios.
4. No exageres. Si entraste a un intercambio de libros con un monto de dinero fijo, no trates de expiar tu culpa comprando muchas más cosas de las que la persona quería. Si bien esto se toma como un buen detalle, también representa un gasto adicional y, a veces excesivo, que repercute en los ya gastados bolsillos.
5. Sorprende. Si bien renglones arriba enfatizábamos que no debe exagerarse y comprar más de lo pedido, es recomendable esmerarse en la envoltura del regalo y escribir una tarjeta a manera de disculpa.
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