¿Se han fijado en la paz que se puede llegar a sentir luego de haber caminado en la naturaleza? Es como si todo ese verde se metiera dentro de ti, limpiara tu cuerpo y mente, y te renovara de pies a cabeza.
No sé que tienen las caminatas que las hacen tan mágicas, sobre todo cuando las haces en solitario, escuchando tu música favorita y con toda la libertad del mundo para demorarte lo que quieras.
Por culpa de una lesión que acarreo hace un tiempo, tuve que descartar el ejercicio. Como me encanta hacer deporte, la noticia no fue muy agradable pero, de todas formas, siempre hay algo que se puede hacer.
Descubrí que podía salir a caminar y que eso también me serviría para ejercitarme. No es como una sesión de spinning, pero créanme que si caminan en subida, van a sentir que los músculos están trabajando.
A medida que vas avanzando por el camino, tu cuerpo se empieza a acostumbrar a las subidas, te cansas menos y te dan ganas de seguir infinitamente. Creo que todo eso tiene que ver con la liberación de endorfinas, pero también atribuyo ese entusiasmo a la energía que uno comparte con la tierra.
No estás arriba de una máquina, sino que en contacto con el suelo, con la tierra, con las plantas. Botas la ansiedad una forma impresionante, y al menos según mi experiencia, alcanzas un estado de paz interior que sólo lo puedes lograr estando en movimiento junto a la naturaleza.
Es como si todo se aclarara, como si tus pasos y la música tuvieran más sentido que nunca, porque estás poniendo atención a ello. No estás caminando para ir al trabajo, estás caminando porque quieres moverte, quieres sentir que estás vivo.