Siempre me han llamado la atención las personas que tejen. No sólo porque son capaces de hacer ropa y accesorios hermosos, sino que por la paz que expresa su rostro cuando lo hacen.
Cuando nos sentimos estresadas, pensamos en soluciones como masajes, vacaciones, medicamentos u otras técnicas de relajación, pero se nos olvida que tejer es una forma fácil y barata de distraer la mente y eliminar tensiones.
Mucha gente no lo sabe, pero tomar los palillos y la lana tiene muchos beneficios. Al ser una actividad que requiere de atención, podemos aislar la mente de los problemas externos.
Es un movimiento constante que también necesita coordinación, y al ser una acción repetitiva, ayuda a que enfoquemos nuestra atención sólo en ello. Es algo íntimo que te conecta contigo misma, pero que también puedes hacer en compañía de tu familia o amigos.
Lo mejor de todo, es que al tejer, sabes que lograrás algo, que tendrás algo tangible, hecho por ti misma y que reflejará tu esfuerzo y constancia. Si sólo te enfocas en tus problemas, no obtendrás nada más que dolor de cabeza y malestares.
Los resultados de la terapia de tejer están comprobados, y de hecho, hay personas que la definen como lana-terapia. Es una forma efectiva de relajarse y motiva la imaginación y la creatividad.
Si quieres armonizar todo tu cuerpo y tus energías, empieza a tejer. Si no sabes cómo hacerlo, puedes pedirle ayuda a alguien que sepa o incluso, puedes aprender mirando tutoriales en Internet.