Cuando ese, tu primer amor preparatoriano, Pedrito**, te dejó una nota o te envió un mensaje de texto notificándote que la relación terminaba, seguro pensaste que no había forma más irrespetuosa de terminar una relación. Que sus momentos juntos valían mucho más que un simple mensaje y que el tal Pedrito era un canalla de lo peor. Todo el asunto tenía pinta de que no iba a empeorar, hasta que te topaste con un rompimiento que es el primo feo del mensaje de texto o la el mensaje en la contestadora… el Ghosting.
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Básicamente se trata de una forma de rompimiento donde una de las dos personas de la pareja desaparece y deja de contestar llamadas, mensajes o cualquier otro tipo de comunicación con la persona que ha decidido romper. Aunque el mensaje puede ser claro en la era de las palomitas azules del Whatsapp, o el “dejar en visto” en Facebook (y otras herramientas de esa misma red social).
El mensaje es claro:
Ya no te quiero en mi vida.
Pero es el transfondo el que es traumático para quienes experimentan el Ghosting del otro lado: van desde preguntarse qué hicieron mal, o qué fue lo que pasó si las cosas parecían estar bien.
Aunque no se dejen engañar, esta práctica debe ser tan antigüa como la humanidad misma, pero el hecho de que nuestras comunicaciones sean tan avanzadas, hace que sea más evidente. Antes, quizás podías sospechar que tal vez tu amor había muerto, que nunca habías recibido sus cartas, o que perdió ese papelito donde había escrito tu número. Ahora, cuando el ghosting pasa es demasiado claro.
¿Qué dice este método de rompimiento de nuestra sociedad? Pues que al fin y al cabo, estas nuevas formas para conocer personas como Tinder u OK Cupid nos deshumanizan. Como explica Chelsea al Huffpost, después de una o dos citas:
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Para ti, siguen siendo perfiles.
Y aunque puede que eso explique el reciente aumento del Ghosting, no alcanza a cubrir relaciones más largas e importantes, como en el caso de Charlize Theron y Sean Penn. La guapa actriz simplemente desapareció y dejó de contestar sus llamadas o de regresarlas, como reportan varios medios de comunicación.
En un artículo del New York times donde los fantasmas explican sus acciones, una chica afirma que, más que nada tiene que ver con la comodidad:
No sabía cómo más salir de una relación. Era joven y no sabía cómo decepcionar a alguien. Si desapareces de la vida de alguien, no tienes que lidiar con que estén molestos contigo y el hecho de que eres el malo.
Lo cual, en lo personal, me parece peor. Sí, quizás no tengas que lidiar con que alguien esté molesto contigo, pero eso no quita el hecho de que quedas muy mal. A pesar de que no quieras hacerle frente. Si, puede ser una conversación difícil, pero le da a la persona el cierre necesario y le permite seguir con su vida, en vez de estar esperando y sintiendo ese dolor de no saber porqué se fue.
¿Qué dice de ti como persona? Que eres muy egoísta como para tener una conversación adecuada sobre el tema y ver a la otra persona sufrir al respecto, porque eso te causaría sufrimiento a ti también.
Si te han dejado colgado con este método, eso habla muy fuerte de la persona que lo hace. En la mayoría de los casos, no valen la pena.
**Nombre genérico para ese espécimen de canalla que todas nos hemos encontrado.