Las dos mayores razones son su fuerte poder antibacterial, antiviral y los poderes de estimulación inmunológica, así como su uso como una ayuda para la pérdida de peso porque el jugo de limón es, asimismo, digestivo y depurativo del hígado.
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Lo ideal es prepararlo con agua tibia purificada (la de la llave tiene mucho cloro), con el jugo de medio limón. Esto repetirlo a diario en ayunas. Hay quienes le agregan una cucharadita de bicarbonato a la mezcla, ya que se dice, tendría propiedades antibacteriales.
Algunos de los beneficios de esta agua son:
Ayuda a la digestión
Es ideal para eliminar las toxinas y materiales no deseados del cuerpo. Las cualidades digestivas de este jugo alivian los síntomas de indigestión, como ardor, hinchazón y molestias.
Estimula el sistema inmunológico
Los limones son una gran fuente de vitamina C, ideal para combatir la gripe. Además son ricos en potasio, estimulando el cerebro y la función nerviosa. Además, al tener propiedades antiflamatorias ayuda a aliviar los síntomas de problemas respiratorios.
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Limpia la piel
La vitamina C, tal como otros antioxidantes, ayudan a disminuir las arrugas y manchas típicas de la piel. Esto, debido a que su naturaleza alcalina mata algunos tipos de bacterias que producen el acné. Tanto es su efecto, que nuestros ancestros usaban el limón encima de cicatrices y marcas para ir atenuándolas.
Más energía y más ánimo:
Como muchos podrán saber, son los iones negativos los que al respirar nos mantienen activos. Y en un mundo lleno de iones positivos con la contaminación y aires acondicionados, esta agua nos viene a inyectar de energía, ya que el limón es uno de los pocos alimentos que contienen iones con carga más negativa, proporcionando a tu cuerpo más energía cuando entra en el tracto digestivo.
Ayuda a perder peso:
Los limones son ricos en fibra pectina, que ayuda para evitar la ansiedad. Eso sumado a que es bueno para la digestión y elimina toxinas, ayuda a que quienes estén en plan de dieta, puedan bajar de peso con más facilidad.