“Creo que ya es tiempo de ir con el psiquatra”, cantaba Gloria Trevi en los 90 y luego agregaba “no, no, no estoy loca”. El cliché de que uno va con el psiquiatra solamente porque está loquito, y que eso está muy mal, hace que tengamos a menudo un gran prejuicio en contra de revisar nuestra salud mental.
Y no, como con nuestro cuerpo, también es necesario hacer de vez en cuando un chequeo de cómo está nuestra mente, sin necesidad de esperar una crisis de pánico o angustia para actuar.
El estrés, las situaciones sentimentales, los miedos escondidos o algunos factores más químicos que emocionales pueden hacer que estés perdiendo la cabeza sin notarlo. Así que si de repente notas que estos síntomas aparecen o se incrementan, no está de más revisar que todas las tuercas sigan en su lugar…
Alteración del sueño
Lo más común es no poder dormir durante más de tres noches seguidas. Si comienza a sucederte pon atención, quizá solamente debes dejar de beber café después de las cinco de la tarde, una noche de insomnio no es cosa de qué preocuparse. Pero tres, más o menos.
Otra alteración del sueño frecuente es despertar sobresaltado a cierta hora y luego no poder volver a conciliar el sueño. Esto también por más de dos noches seguidas. Si no es una pesadilla, que pasa, puede ser ansiedad.
Por último, si de pronto estás muy cansado todo el día y duermes más de lo que deberías es una señal común de depresión.
Cambio dramático del peso/apetito
Si eres muy delgado y de repente engordas de la noche a la mañana, o lo contrario, sin una dieta o rutina de ejercicio nuevas, cuidado. Además de que no es muy bueno para tu salud puede ser señal de estrés muy alto.
Una señal muy clara de depresión es la pérdida total del apetito. A veces tienes mucha hambre y aun así te da apatía comer. Esto no es normal, no te engañes.
Enfermedades “fantasma”
Si te sientes mal, tienes síntomas como dolores de muelas, pérdida del oído… pero vas con un médico y después de un buen chequeo te asegura que estás bien, puedes estar somatizando. Esto significa que tu cuerpo te está diciendo que tu mente no va muy bien que digamos.
Cambios de humor
Si más de una persona te pregunta si estás de malas o te dice que has estado insoportable, escucha. Puede ser que sin darte cuenta estés muy sensible, más triste de lo normal, o te enojes con mucha más facilidad, y esto es señal de que estás perdiendo el control de tus emociones.
Lo mismo pasa cuando pierdes la memoria. ¿De repente se te olvida todo y no eras así? Tu mente está muy ocupada con otra cosa, aunque no te des cuenta.
Ni amigos ni sexo
Si estás evadiendo todo contacto social e incluso si ya no disfrutas el sexo, también debes poner atención. La depresión y la ansiedad se caracterizan por hacer que perdamos el entusiasmo y dejemos de sentir placer. No te engañes, si esto pasa muy seguido, no es que maduraste, es que algo anda mal.
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Claro que síntomas más graves como alucinaciones visuales o auditivas, repentina obsesión con algo (puede ser con limpiarlo todo) o violencia son señal de que debes pedir ayuda profesional sin pensarlo dos veces.