Quizá muchos dirán que en estos tiempos, de todos modos casarse no está in. Que se vayan a vivir juntos y ya, si no funciona, se ahorran el papeleo. Desgraciadamente, el papeleo es lo menos difícil de una ruptura, estés o no estés casado, y antes de dar el paso hay cosas que hay que considerar.
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Sin querer ser una amargada que no cree en el amor (sí soy una amargada que no cree en el amor), sí diré que es mejor prevenir que lamentar.
No, no todas las relaciones deben acabar mal. Sí, a lo mejor se puede vivir felices para siempre. O de menos, juntos. Pero estas son algunas señales de alerta de que o no va a funcionar, o vas a vivir infeliz para siempre.
¿Los dos quieren hijos?
Si tú quieres tener hijos y tu pareja no, o viceversa, hay una gran posibilidad de que ninguno de los dos cambie de opinión. ¿Qué tal que en vez de intentar meterle la idea presentándole a todos tus sobrinos mejor se sientan y hablan del tema directamente?
¿Te respeta?
Por más que estén de malas, aunque le salga humo por las orejas, tu pareja nunca debe perderte el respeto. Los insultos son una forma de violencia. Y bueno, si ha llegado a la violencia física, ni siquiera deberían estar considerando vivir juntos para siempre.
Van a convivir mucho, van a pasar por cosas buenas y malas, vas a necesitar a alguien que respete tu personalidad, tu persona y tu privacidad en esas condiciones. Si ves alguna señal de alerta ahora, créeme, no va a cambiar.
¿Estás dispuesta a sacrificar tu libertad?
No, seguro no te tendrá amarrada a la pata de la cama (esperemos), pero estar casada implica siempre tomar en cuenta a la otra persona. Desde comprar lo que le gusta comer en el supermercado hasta cosas más complejas, como que te pidan en tu trabajo que te cambies de país.
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Si bien esas decisiones se tomarán con el tiempo, tú debes preguntarte si estás lista o dispuesta a tomarlas entre dos y por el bien de dos.
¿Esta persona realmente te apoya?
Es fácil decir que sí, seguramente si sabe que tuviste un día pesado o que algo te tiene triste, de menos te pregunta cómo estás. Pero pensemos más allá: ¿le interesan tus proyectos personales? o por el contrario, ¿te reclama que no tienes tiempo o que no le gusta que vayas a clase de baile? ¿te cela?
Una persona que en el fondo quisiera que no tuvieras vida, intereses o amigos fuera de su relación puede no ser una buena idea a largo plazo.
¿Tiene un proyecto de vida? ¿Y estás incluida en él?
No todos sabemos para donde vamos, pero deberíamos tener idea de, por lo menos, como para qué dirección agarrar camino. Si tu pareja tiene un plan trazado, ¿lo sacrificaría por tu bien si fuera necesario? Y si no lo tiene, ¿dependerá de ti en todo?
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Fuente: Nupcias