No digo que los hombres no den abrazos ni se acurruquen, pero en general lo procuran menos que nosotras. Todavía una se encuentra con “tipos duros” que intentan acercamientos físicos sólo para tener sexo, o que consideran que acostarse junto a su pareja y ya, equivale a perder el tiempo.
Por fortuna, cada vez hay más abrazadores y acurrucadores (como los que se descargaron Cuddlr en el smartphone), hombres que se dan la oportunidad del arrumaco gratuito, de ponerse sensibles, de apapachar y dejarse apapachar. No es para ellos este post sino para los rudos antiabrazos, los que piensan que abrazar sólo porque sí, los vuelve femeninos (lo cual, por cierto, no está nada mal).
Abrazar y acurrucarse tiene muchos beneficios para la salud, incluso la de los hombres de hierro. Así que si ustedes son de los que evaden el contacto físico, comiencen a abrazar ahora mismo, por estas razones que la ciencia respalda:
Relaciones duraderas
Según un estudio publicado en Archivos del Comportamiento Sexual, los abrazos son fundamentales en cualquier relación a largo plazo. No se necesita mucha ciencia para entenderlo: los abrazos, hacer la cucharita, etc., son actos que promueven la intimidad, y la intimidad fortalece las relaciones.
Presión arterial
El contacto humano puede hacer maravillas: logra que nuestro cuerpo libere oxitocina, hormona que nos trae diversos beneficios, entre ellos la disminución de la presión arterial.
Cada vez que abrazas a alguien, en tu cuerpo sucede lo contrario al estrés, gracias a esta hormona. En el proceso tu presión arterial disminuye. Así que no sólo abraces a tu novia: abraza a tus amigos, a tus papás, a cualquiera que se deje. Te conviene.
Felicidad
En el mismo estudio enlazado arriba, se menciona que los abrazos contribuyen a la satisfacción sexual femenina (lo cual te interesa si tu pareja es mujer).
Los hombres que pasan más tiempo besando y abrazando a sus parejas mujeres, contribuyen a que ellas tengan más orgasmos. De manera indirecta esto hace que los abrazadores sean personas más felices, por razones obvias.
Más sexo
Estés en la cama o fuera de ella, el contacto físico permite que tu cuerpo libere dopamina, hormona afordisíaca. Lo interesante es que acurrucarse no conduce al sexo sólo porque ambos estén acostados y en contacto, sino también por la presencia de esta hormona, cuyos efectos han sido ampliamente comentados por la ciencia.
En resumen, las parejas que se abrazan a menudo tienen más y mejor sexo, algo que a nadie nos viene de sobra.
Comunicación más efectiva
Que tú y tu pareja se abracen y acurruquen, favorece una comunicación más fluida. Al estar acostados en el mismo espacio, las palabras encuentran un espacio de existencia. Pero además, los gestos corporales podrán comunicar otras emociones, que a veces cuesta trabajo transmitir en forma de palabras.
