Cuando comienzas a tener una rutina constante de ejercicios, te das cuenta que tus necesidades alimenticias cambian. Comenzamos a beber más agua y, lo queramos o no, frutas y verduras comienzan a verse de forma más frecuente en nuestros platos, sobretodo si consideramos que por este lado del continente comienzan los meses de verano.
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Siguiendo esa línea, debes saber que hay alimentos que son y serán nuestros mejores amigos. ¿Quieres conocer cuáles son?
Avena
La avena es un alimento maravilloso porque tiene un sinfín de propiedades que no solo te ayudarán en tus rutinas de running, sino que complementarán una dieta equilibrada y saludable.
Contiene aminoácidos esenciales que ayudan a estimular al hígado para que produzca más lecitina, la cual depura los compuestos pesados del organismo. Su fibra soluble también beneficia a las personas con diabetes, debido a que favorece la digestión del almidón estabilizando los niveles de azúcar, y también previene la desmineralización ósea.
Puedes prepararla de diversas formas y así nunca te aburrirás de ella.
Nueces
La creencia popular es que los frutos secos engordan un montón, sin embargo, son alimentos muy energéticos con alto contenido en grasa, pero también en fibra, la que hace que no asimilemos toda la grasa que contienen. Comerlos te dará sensación de saciedad casi instantánea, y encontrarás que son uno de los alimentos vegetales más ricos en antioxidantes.
Que las nueces, almendras, avellanas y castañas no falten en tu recuperación luego de arduas jornadas de running.
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Arándanos
Rico en vitamina C, fibra, potasio, hierro y calcio, este pequeño fruto roo debería ser incluido sí o sí en tu lista de alimentos para el running. Funciona como antioxidante, desinflamatorio, reduce el colesterol malo y también es antibiótico. Además de comprobar sus efectos sobre las infecciones urinarias y gastrointestinales, el colesterol, corazón y cáncer; también hay que mencionar que protege los dientes de cualquier adherencia bacterial, evitando así el desarrollo de caries.
Por otra parte, ayuda a fortalecer el colágeno,proteína que es parte importante de los ligamentos, tendones y cartílagos.
Puedes prepararlos de múltiples maneras, tanto en ensaladas como para el desayuno.
Quinoa
La quinoa es un cereal rico en nutrientes y en una multitud de vitaminas, aminoácidos, fibras y ácidos grasos no saturados, que la convierten en alimento indispensable para tus periodos de entrenamiento.
Al igual que los otros, puedes prepararla de diversas formas, todas muy sabrosas.
Aceite de oliva extra virgen
El alimento rey de la dieta mediterránea posee muchos beneficios, por ejemplo, estimula la colecistoquinina, hormona responsable de que se contraiga la vesícula biliar evitando la formación de cálculos, facilita la digestión de grasas y ayuda a reducir los niveles de colesterol total y del colesterol LDL (malo), incrementando levemente los niveles de colesterol HDL (bueno).
Por otro lado, disminuye la presión arterial, impide una coagulación excesiva y favorece la fibrinólisis, lo que permite una mejor funcionalidad cardiovascular.
Vitamina C
Kiwis, naranjas, pomelos, limones, mandarinas, clementinas, fresas y piñas. En todas hay vitamina C.
Si comienzas el día con un desayuno que contenga una buena cantidad de esta vitamina, te sentirás llena de energía, y si no eres de las que son buenas para comer estos alimentos al desayuno, puedes incorporarlos a la hora de almuerzo a través de la espinaca, brócoli, pimientos crudos y paltas.