¿Difícil, no? Pero no imposible. Sí, vivir en pareja es todo un reto pero con calma y las cosas claras puede que el panorama se estabilice un poco. Aprender a compartir y respetar el espacio del otro es una ardua misión que sí es posible si te lo propones.
Hay investigaciones que dicen que las parejas que se toman más fotografías y comparten su relación en las redes sociales son más felices que quienes no lo hacen, sin embargo estar todo el tiempo juntos realmente es imposible. Imposible porque por mucho que lo ames (y eso ni se duda) la vida sigue, y las labores, el trabajo, la familia, los amigos y la odiada rutina, también.
Por mucho que quieras compartir al máximo con tu pareja todos los días del año debes ser consciente que eso no pasará. Claro que siempre una luna de miel es un perfecto momento de unión, pero no podrás estar pegado a él/ella todo los días de la semana, porque créelo o no, te agotará mentalmente.
Aprende a dejar, a confiar y si eres de las personas celosas debes entonces preocuparte por ello. Convivir es una muestra de cariño y confianza, que tus celos no lo arruinen. Aquí unos tips para comenzar a amar y a vivir en armonía con tu pareja:
Tiempo a solas
Recuerda lo importante que eres tú, como individuo. Por mucho que vivas con tu pareja y tengas hijos siempre es importante que adecues un espacio en tu rutina para ti. Hacer lo que más te guste, salir al parque, una caminata, tomar un helado, cosas sencillas que te harán sentir mucho mejor si las realizas en ocasiones a solas.
No lo controles todo
Recuerda muy bien este punto pues es vital si quieres conservar tu relación. No eres su madre, eres su pareja. No lo quieras controlar como si fuera un niño mimado que no sabe qué es lo que está haciendo. Esto sólo debilitará tu relación.
Nadie quiere que lo anden controlando a cada minuto del día, dale su espacio y que la preocupación sea mutua. Intenta no llamarlo en una tarde y cuando sea él quien lo haga, verás como se te alegra el día.
Su espacio es suyo
No intentes dominar todo en el hogar. Construyan espacios en común, pero mantén un lugar propio, un espacio que sea de cada uno. Si tienes algún hobby, o quieres una oficina, entonces deja que lo tenga, un espacio en el que ambos puedan refugiarse.
Recuerda que ese espacio es de él, no vayas de intrusa a cada momento, eso puede que termine en discusión.