Cuando tienes algo en mente, habrá de todo tipo de reacciones ante esos pequeños actos que haces día a día. Sin embargo, hay veces en que tenemos que recordar que estancarse no nos ha ayuda a seguir adelante.
Muchas veces piensas que no tienes el poder, que no tienes la capacidad o que simplemente ya no lo deseabas tanto. Y esto es lo que debes decirte en esos casos:
1. Tú puedes
Habrá algún momento en que quieras que todos te lo digan, pero tú misma quien deberá decírtelo. No te desvivas intentando encontrar afuera, lo que tienes dentro de ti misma. Mejor empodérate.
2. No al fracaso
Organízate. Toma nota, reconoce y ten incluso un horario. No hay imposibles para los que usan agenda, créanme. Se trata de saber lo que uno quiere y reconocer cuándo es que lo quiere. Tomar acción al momento.
3. Nada es imposible
Sí, por más cliché que parezca, deberás decírtelo de vez en cuando. Tú misma eres quien se limita. Y si es que a la fecha no estás segura de la manera en que deseas las cosas, deberás analizar qué es lo que estás haciendo antes de establecer hacia dónde y hasta dónde quieres llegar.
4. No seas mediocre
No tienes por qué limitarte o escatimar en tus metas. Todo lo puedes conseguir y establecer el camino más fácil, es algo mediocre. Debes siempre llegar al final y, sobre todo, no rendirte.
5. Relájate
Tampoco debes obsesionarte. Se trata de dar un paso a la vez y no veinte hoy, mientras que mañana te detienes. Se vale también rendirse de un día para otro, se vale dudar de una misma, se vale cometer errores. Tampoco vayas a querer autocastigarte.
6. Está bien
Tienes que reconocer que, sí, puedes hacer lo que tú quieras; sin embargo, eres humana. No hay nada de malo con cometer un error en el camino. Puedes volver a intentarlo cuantas veces quieras, ésa es la buena noticia. No te abrumes.
7. Grandes cambios, grandes resultados
Mientras más puedas hacer para lograrlo, mejor será. Es cierto. Sin embargo, no hay como ir caminando poco a poco. Como ya mencionamos antes, a veces no puedes realizar tus sueños en un solo día.
Lo que no se vale es no empezar nunca.
8. Tú puedes. En serio
Cuando comiencen las dudas (porque, créeme, comenzarán), lo más importante es recordarte lo que ya sabes. Tú puedes. No esperes que nadie más te lo diga, sólo hazlo.
9. No te rindas
Cuando tomes tu agenda y veas que han pasado un par de días, no intentes dejarlo. No estás desperdiciando tu vida, es sólo que no te caerá del cielo, ¿sabes? Poco a poco, vas a logrando cada vez más. Simplemente, no te rindas.
10. ¿Qué tanto quieres conseguirlo?
Y cuando llegues a querer tirar la toalla de una manera más determinante, sólo hace falta que reconozcas tu meta. Visualizarla, funciona de maravilla. Reconocer lo que es, lo que quieres y por qué debes esforzarte tan sólo un poco más para conseguirlo: el valor que ésta tiene para ti.