Sin afán de hacer honor al cliché ni a los estereotipos, existen hombres que, muy sin querer, podrían arruinar por completo un compromiso. ¡Incluso si tú los considerabas perfectos!
Y, desde luego, no eres tú.
Es por ello, es importante analizar con qué tipo de persona estás compartiendo tu vida:
1. El comprometido
Si este hombre es casado o simplemente tiene aún una relación vigente, no debes enamorarte de él. Es más, no debes siquiera tener un contacto emocional con él.
Es decisión de cada una valorar si es que esta relación tiene un futuro o una razón mínima de ser. Pero en general, el panorama de ser “la otra” no es nada satisfactorio.
2. El ex ajeno
El hombre que tuvo una relación hace poco o quizá hace bastante, pero por sí mismo se niega a seguir con su vida después de la ruptura. Peligro para toda mujer que se enamore de él.
Las comparaciones, aunque nunca te las diga, estarán ahí hagas lo que hagas. Estás compitiendo con un recuerdo. Y, claro, en pocas palabras, existe la posibilidad de que también te esté usando.
Lo mejor es que estés con alguien que valore el gran privilegio que significa estar contigo.
3. El inseguro
Si un hombre constantemente pone el argumento de “no ser suficiente para ti” como válido, debo advertírtelo: es inseguro. Siente que, de hecho, es demasiado para él.
Muchos hombres prefieren “poner los pies en la tierra” y pensar que es mejor perderte, a luchar por enamorarte cada día (cual cliché que suene).
4. El player
Las infidelidades o las sospechas de una estarán al acecho. Saldrá cada viernes, sábado e incluo uno que otro domingo. Lo cual está increíble, siempre y cuando pudieras tú de vez en cuando pertenecer a esta especie de doble vida que maneja como conquistador.
Está bien encontrarse con un hombre coqueto, mas no que éste lo sea con otras mujeres.
5. El egoísta
Sólo puede pensar en sí mismo, en lo que él quiere y necesita. Sin darse cuenta, de hecho, de que en su vida lo persigue una excesiva sensación de insatisfacción.
Para él, más que una persona, quizá fuiste una de sus tantas otras metas que cumplió y que ahora le hacen sentir que quiere más, que quiere probar otra cosa.
Algo es seguro: este hombre deja, se aleja, manipula emocionalmente y cambia de manera que poco le interesa cómo sus actitudes le afectan a las demás personas. Lo principal (y único), siempre será él. Sin espacio para un “los dos.”