Las mujeres hemos escuchado acerca de los múltiples tabúes referentes a nuestra sexualidad. Sin embargo, el sexo opuesto tampoco se ha salvado de esta mala jugada.
He aquí 5 mentiras sobre el sexo que los hombres, muchas veces, creen:
1. El tamaño importa.
¿El tamaño importa? Sí. Para algunas personas. Dependiendo de su ambiente psicosocial.
Sin embargo, lo cierto es que la cavidad vaginal no es mucho más profunda, en promedio, que 7.5 y 8 centímetros. (A la hora del sexo, sólo es esta parte la que se expande.) Mientras que la media del tamaño del pene no va mucho más de los 15 centímetros.
Además, se ha comprobado que la “química sexual” es importa más durante el sexo que, por ejemplo, algún prejuicio sobre el tamaño de los genitales del hombre. El Dr. Debby Herbenick, del Instituto Kinsey, afirma:
Estudios confirman que en la satisfacción sexual influye una conexión psicológica, intimidad y una relación satisfecha más que sólo el tamaño o la apariencia de los genitales de una persona.
Y, dado que muchos hombres no han visto otro pene más que en la pornografía, esto ha influenciado a nuestra cultura bajo una expectativa irreal, extravagante y (muy) exagerada sobre la realidad acerca del sexo.
Lo que nos lleva al siguiente punto…
2. Ver pornografía es una gran manera de aprender sobre sexo.
La pornografía no es sexo real, sino una simulación del mismo. Existen guiones, personajes, actores, directores, editores y cámaras que controlan la escena para que resulte lo más irreal y excitante posible para, más que nada, el morbo del espectador.
En la pornografía, nos topamos con un sexo en el que no existe una química real o un deseo natural de por medio. Los actores fingen una arrebatadora interpretación que dista mucho de lo que ocurre verdaderamente en la vida real. Los escenarios o la trama de las historias casi siempre es mínima para que se preste atención total al “clímax,” valga la redundancia.
Los hombres no producen litros de semen ni todas las mujeres disfrutan de ser tratadas de una manera tan “salvaje” al momento del sexo (porque, digo, en serio, el porno es demasiado exagerado). Existe maquillaje, existen luces, existe un ángulo y ningún deseo real ni mucho menos natural entre las dos personas que llevan a cabo esta simulación.
(Y, además, los seres humanos poseemos vello en distintas partes de nuestro cuerpo.)
3. El sexo debe durar horas, como en las películas.
En promedio, el sexo (sin contar el “juego previo”) dura alrededor de 3 a 7 minutos.
Todas aquellas sesiones de románticas o sucias que hemos visto tanto en la pornografía como en las comedias románticas nada tienen que ver con el sexo en la vida real. (Y, podría ser, de hecho, bastante doloroso para ellos como lo sería para nosotras.)
Ian Kerner, experto en sexo, dice:
Los hombres están programados para eyacular rápido. Encima, diversas situaciones de estrés pueden hacerlos eyacular aún más rápido. Si los hombres tardaran horas para eyacular, viviríamos en un planeta mucho más pequeño hoy en día.
4. Los hombres siempre están “listos para la acción.”
En nuestra cultura se cree que los hombres tienen sexo en la cabeza durante todo el tiempo: mañana, trabajo, gimnasio y una vez en la cama aun solos. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que no sólo nosotras podemos sufrir de un abuso sexual o nos sentimos fatigadas de vez en cuando.
Incluso en las películas, se ha prestado total atención y se ha dado énfasis ante el libido masculino, ignorando casi por completo la existencia del femenino (que es mucho mayor en algunas ocasiones).
Por si fuera poco, como bien se lee en iO9:
Mayor deseo sexual no se traduce a una mayor capacidad sexual ni a un mayor disfrute sexual.
Hay muchas partes que componen al sexo, y el deseo es sólo una.
5. Sólo las mujeres “esperan.”
No sólo existen algunas mujeres que desean esperar a que ese momento sea “especial.”
El peso del sexo y la virginidad se han dejado a criterio de cada una. De la misma manera ocurre con los hombres. Finalmente, cada quien toma una decisión acerca de qué es lo que debe de hacer con su cuerpo.
Nada tiene que ver con la anatomía o la genética a su vida sexual. Los estereotipos no se adaptan del todo a cada persona. Existen hombres que disfrutan del sexo casual, del sexo en pareja y, aunque parezca increíble, también hombres que no disfrutan del sexo en absoluto.
Fuente: Policy Mic