Nota: Me había comprometido en algo que se llama La Pichanga Musical a cantar Bésame mucho (Sí, la canción más reversionada del español después del cumpleaños feliz y las de Navidad. Sí, esa canción que ya estás tarareando) en una suerte de karaoke con banda esta canción, pero no pude. Me vino la crisis de pánico fulminante y no lo pude hacer. Me morí de los nervios, me dio pánico saber que no iría nadie a por último decirme que estarían con una palita recogiendo los trozos de mí, a que me cayera en los zapatos, a verme mal, etcétera.
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Raro igual: No es la primera vez que me subo a un escenario, estoy haciendo otras cosas como stand up donde ahí si que estoy sola con un micrófono haciendo reír a la gente, en fin. Soy la peor, porque además iba a publicar este artículo que no salió. Algún día, en un futuro, lo superaré y lo haré. O será mi karma y me pesará y pesará y aparecerá en mis biografías de cuando sea viejita y siempre recordaré ese momento terrorífico en que no pude cantar.
Como iba a cantarla, ensayé muchas veces, me iba en la bici cantando a cada rato, me puse a ver vídeos de YouTube de las distintas versiones y empecé a analizar la canción. Besarse es bacán (casi) siempre. Uno de los gestos más bacanes de cuando estás con alguien o justamente el último gesto que recuerdas cuando ya no estás con él. Lo primero que pasa antes de todo lo demás o cuando empieza algo con alguien. Es el mínimo gesto de amor cuando estás con alguien y qué rico es pasar horas en esa. Uy, recordarme de los besos con alguien. Uy.
Besarse como si no hubiese mañana: Así como la canción [“qué tengo miedo a perderte, perderte después”] [ “Piensa que tal vez mañana/ yo estaré lejos, muy lejos de aquí”] siento que como uno no sabe lo que va a pasar en el futuro, mejor vivir el presente. Siempre hablo también que el amor dura 24 horas. Más bien el encanto con alguien siento que dura eso y que uno debiese alimentarlo a diario. ¿Qué sabemos lo que pasará más rato? ¿Tiempo al tiempo? Bah, pamplinas! Vivo súper intensamente y pienso que tenemos claro lo que está pasando en el presente solamente. Yo no sé si voy a viajar, no sé si estaré en “otra”, no sé si tendré tiempo, no sé si me vaya otra vez muy lejos, no sé nada. Por eso besémonos AHORA.
Besarse con alguien que te gusta puede resultar desconcertante, exquisito, intenso, aunque sólo sea eso. Puede ser también una pésima experiencia si entre lo que tenías en tu cabeza y lo que pasa, no pasa lo mismo. Pero para qué pensar en eso ahora: quedémonos en lo que ocurre para bien. Besarse con alguien que te interesa puede ser un momento que revivas y rebobines una y otra vez. Puede ser lo que recuerdes cuando ya no pase o estén separados. Puede ser lo único que quede en circunstancias como estar muy viejitos o muy enfermos.
Hay un antes y un después, sobre todo si es la primera vez: Besar a alguien es una suerte de apuesta donde puedes ganar o perder, pues puede ser correspondido como no. Y si ya te besaste con alguien, ya hay, por muy desconocidos que sean, cierta intimidad, cierta complicidad que no hay con otras personas. Puede que no vuelva a pasar o que pase muchas veces. Pero pasa algo.
Besarse es súmamente íntimo: Ok, no estás tirando, pero te puede llevar a ello. Porque pareciera que en la boca hay más de uno mismo, está tu cara, tu cabeza y en ella las señales que van para todo el cuerpo. En un beso va toda nuestra capacidad de intensidades, recuerdos, caricias, formas. Provoca las ganas de que ocurra todo lo demás. Ay, qué rico es besarse por dió.
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Agarrarse a besos puede ser un acto poético en sí mismo : en medio de una calle con adoquines o un arrebato de una noche de locura. Puede crear millones de ensoñaciones y ha sido motor de millones de obras de arte en las más distintas formas y colores.
Un primer beso con alguien siempre es importante: puede ser incluso, algo que se hace sin saber por qué, porque te dió el impulso, porque te gusta tanto esa persona, porque no te gustaba tanto y te tincó, porque fueron pasando cosas que te llevaron a eso, en fin. Pero siempre te queda un recuerdo-grabado como un tatuaje-de cuando te besas por primera vez con alguien que te gusta y lo que te provocó.
(¿Y si nos besamos MUCHO, MUCHO como la canción?).