Sí, ya sé, es horrible y a todos nos ha pasado: te gusta alguien y quiere ser sólo amigos. Este término se popularizó gracias a la serie Friends en 1994. Ross, como siempre, sufría por Rachel, y Joey le explica que no tiene oportunidad con ella porque ya está en la zona de amigos. Bueno, toda una generación sabe que al final les fue muy bien. ¿Hay manera de salirse del temido friendzone? Sí, creo que sí, lo que no creo es que sea siempre una buena idea.
¿Por qué estás en el friendzone?
Hay varias razones. Aunque la primera que se le viene a la mente a muchas personas es “eres demasiado accesible”. Esto de hecho es igual que en publicidad: el efecto de la escasez. A los humanos no nos gusta que nos priven de nuestra libertad, sobre todo en esta época tan centrada en el individuo.
Entonces, cuando nos dicen que algo es accesible sólo si te esfuerzas o sólo por tiempo limitado, lo deseas más. ¿O cómo creen que funcionan cosas como “Oferta, sólo hoy” y el Buen Fin? Lo que podemos obtener en cualquier momento nos parece menos atractivo.
Otra razón por la que puedes estar en el friendzone es porque no eres realista. No, no que esa persona esté “fuera de tu liga” sino que probablemente la idealizas pero no tienen tanto en común en realidad.
Elegir una pareja es un proceso cognitivo complicado que implica factores como la compatibilidad en gustos y en planes para el futuro. Consciente o inconscientemente, puede que esta persona se de cuenta de que no son tan compatibles y simplemente no le nazca el interés romántico en ti.
¿Se puede salir de ahí?
Ya hemos leído en Belelú que al parecer para las chicas es fácil: bastaría con decir, “oye, me gustas”. Para que salga un hombre parece más complicado por razones biológicas. Como muchos otros animales, los humanos venimos en masculino y femenino. Bueno, eso ya lo sabían. Lo que sucede en estos casos es que los hombres pueden producir muchísimas células reproductivas (espermatozoides) y las mujeres sólo un número limitado de óvulos en la vida.
Esto hace que los hombres tengan naturaleza competitiva y las mujeres duden y elijan por instinto. Claro que no somos changos en la selva, y cada persona es diferente, esto mismo provoca que aunque el pretendiente no sea necesariamente un imbécil, si tu instinto no te dice que te enamores de él, no te nace. Pero como persona civilizada puedes reconocer que es alguien a todo dar y quieres que sea tu amigo.
¿Por qué digo que no quieres salir?
Ya sea que no funcione la técnica del “oye me gustas” o que seas tan amigable que sólo quieran ser eso, amigos, la verdad es que lograr una amistad ya es algo extraordinario en sí. El término “amigo” nunca había estado tan desvalorizado. “Somos amigos de Facebook” puede significar “ni lo conozco, pero tengo acceso a mucha información sobre su vida”. Pero tenemos muchos menos amigos reales de los que tenían generaciones anteriores y salimos menos con esos pocos amigos que antes.
En 1965 pasábamos (bueno, pasaban) en promedio 87 minutos diario interactuando en persona, hasta en conversaciones informales, con otros. Para 1995 ya eran solamente 57 minutos, y la cifra sigue cayendo. Pasamos de invitar amigos a nuestras casas 15 veces al año a solamente 8. No lo digo yo, lo dice el famoso libro Bowling Alone.
Por otro lado, las amistades son buenas para tu salud. No las que te regalan drogas, supongo, pero mirar a los ojos a otra persona tiene un real efecto positivo en nuestro estado de ánimo. Tener un amigo íntimo, una conversación real en la que tengas que dar tu opinión y no puedas hacerle como en las redes sociales (en las que puedes ignorar que alguien está hablando mal de tu candidato preferido, por ejemplo) es invaluable.
La interacción cara a cara con otras personas es importante para formar tu carácter y tu personalidad y para volverte consciente de tus opiniones. Cada vez tenemos menos eso así que ¿sabes qué? no debería de ponernos tristes un “sólo amigos” Es más, deberíamos quitarle el “sólo” a la frase. ¿Quiere ser tu amig@? ¡Felicidades, disfruta de esta rara perla que es la amistad! Habrá alguien allá afuera a quien no tengas que convencer para enamorarse de ti, por eso no te preocupes.
Fuente: Vsauce