Nada más lejano a “conocerse” que “conocerse en línea”.
No, a ver, no voy a salir con que puede que un tipo que conociste en línea sea un asesino (porfa, no agregues asesinos a tus redes sociales). Mi punto es que la interacción por internet puede crear una dinámica que no necesariamente lleva a una relación de pareja, así que, si es lo que estás buscando, ¡pon atención a esto para que no te pase!
Es el siglo XXI y “¿tienes Feis?” es el nuevo “¿me das tu teléfono?”. Pero nuevo no es mejor. ¿Por qué? Porque Facebook tiene la trampa muy grande de dar una imagen idealizada de nosotros mismos. Sólo las mejores poses, las frases más inteligentes, los memes más divertidos. Así que cuando le gustas al tipo en cuestión y se mete a tu Facebook, se hace una idea falsa de ti. A lo mejor ve una foto de hace mil años con tu primo y se viaja pensando que es tu ex, o una con una playera de un equipo de americano que odia y se siente decepcionado (true story). O, al revés, en su mente siempre te ves tan guapa como en las fotos de las que no te has destagueado. Va a ser difícil seguirle el paso a la imagen ideal que se hará de ti.
Seamos sinceras: tú también te vas a meter a ver sus fotos y comentarios y te harás una idea de él. Una preidea, un prejuicio, y nada daña las relaciones humanas como los prejuicios, ¡positivos o negativos!
Lo malo es que si chatean corres el riesgo de coquetear de una forma que no harías en persona, y cuando lo veas vas a querer morir de vergüenza o convertirte en estatua de sal (no vaya a ser que piense que ya se van a casar mañana o que se puede pasar de fresco contigo). Lo mismo puede pensar él. Y si no hablan, pues se convierte en esas personas que están ahí, conectadas para siempre hasta que se te olvidan.
La regla es no dejar que pasen más de quince días para verse, máximo. Dale like en Facebook y fav en Twitter: si no te ha notado todavía con esto tendrá tu lindísima carita apareciendo en su pantalla. Además, a todos les gusta que les inflen el ego un poquito. Si aún no te invita, invítalo tú, es el siglo XXI ¿no? 😉 Nada más no te quedes estancada en la Facebook friendzone…