Por Carolina Palma F.
Fotografías: Gonzalo Muñoz.
Me gusta tomar mate, toca guitarra, lee mucho, escribe sus reflexiones, y escucha música todo el tiempo. «Toda mi vida la acompaño con música, me nutre. Siento que la música le da sentido a las cosas. Me gusta Charly García, Soda Stereo, el rock argentino en general, pero mi favorito es Joaquín Sabina», confiesa, y se entusiasma al contar que se ha reunido con él y que, además, conoció la casa de Silvio Rodríguez en Cuba y se envían mails permanentemente. «Ellos se sienten orgullosos porque ven que hay una renovación de las ideas de izquierda en Chile, y hay una proyección para futuro. No por ser jóvenes somos futuro, sino que presente», asume Karol Cariola.
A sus 26 años es obstetra de la Universidad de Concepción, donde fue presidenta de la Federación de Estudiantes; postula a un puesto en la Cámara de Diputados por el distrito 19, correspondiente a Recoleta e Independencia, y es Secretaria General de las Juventudes Comunistas de Chile. Se reconoce nada menos como la segunda mujer en ocupar ese cargo, después de Gladys Marín, quien también postuló a diputada por la misma zona a los 25 años. Coincidencias.
¿Cómo llega a tan corta edad a esta posición? Relata que ninguno de sus padres era militante; sólo su madre tenía una vinculación con la música de izquierda, como Víctor Jara, Silvio Rodríguez, Illapu, y su padre, por su lado, la formó como una persona crítica; así desarrolló una personalidad más fuerte. También nombra siempre a su abuelo, un obrero de una barraca de madera que se sentía cercano al Partido Comunista.
«Siempre me decía que consideraba injusto que los trabajadores vivieran en forma tan distinta que los patrones. Me presentaba grandes críticas, las desiguales y las injusticias, y ese fue el principal incentivo para involucrarme en política». Claro que también se reconoce autodidacta; amaba la Historia, ramo donde tuvo promedio 7.0. Le llamaban la atención las guerras mundiales y los levantamientos internacionales, como la revolución cubana. Vivía en Peñalolén, y en la Enseñanza Media conoció a las Juventudes Comunistas, levantando una base desde su colegio, el Liceo Tajamar de Providencia. Actualmente se encuentra en plena campaña, y trabaja de sol a sol, todos los días de la semana.
Algunos consideran que el Partido Comunista es extremista, con ideales que no se pueden llevar a la práctica, junto con otras críticas. ¿Qué opinión te merecen?
Son prejuicios que se han ido construyendo socialmente por la conveniencia de partidos políticos en momentos históricos. Bueno, uno de los principales articuladores de los prejuicios fue Augusto Pinochet, quien decía que eran asesinos, que se comían las guaguas, que eran terroristas. Desde que nació el PC venimos luchando por los derechos fundamentales de los trabajadores. Es cuestión de conocer la historia del partido para saber que es mentira. En nuestras filas estuvo Pablo Neruda, Violeta Parra, Víctor Jara, y varios personajes que han hecho un aporte cultural y político. No somos un partido asesino que se come a las guaguas.
¿Tu gran lucha como diputada serán los trabajadores o también te motivan otros temas, relacionados con las mujeres, quizás?
Lo fundamental de las transformaciones son los derechos de los trabajadores, esa es la base. Esto no implica que otras causas no tengan importancia, como la reivindicación de la mujer en la sociedad, reconocer su rol, principalmente en la política. Tenemos una sociedad que aún discrimina laboralmente a las mujeres. También importa el derecho de decidir sobre tu cuerpo, los derechos sexuales y reproductivos son luchas importantes, y busco materializarla en mis propuestas.
Estas a favor del aborto libre y gratuito…
Estoy a favor del aborto terapéutico en primera instancia, porque es parte de un proceso que se desarrolla de acuerdo a los avances culturales que tiene un país, y no soy partidaria de forzar procesos. Chile se va desarrollando social y culturalmente, y las políticas públicas deben ir avanzando en esa dirección. Ahora, sí soy partidaria del aborto terapéutico y hay que avanzar hacia un aborto, no sin restricciones, sino que libre en condiciones legítimas. Desde la perspectiva sanitaria, además, a propósito de que en nuestro país hay 200 mil abortos ilegales al año y ponen en riesgo la vida de la madre.
Considerando que el Partido Comunista apoya la candidatura de Michelle Bachelet, si logra llegar a la Presidencia y tú a la Cámara, ¿qué exigencia le harán?
Que cumpla sus compromisos. Más que exigencias, creo que vamos a estar ahí para hacer las presiones necesarias y recordar permanentemente que aquellos que han asumido compromisos, deben cumplirlo. Estoy segura que Michelle Bachelet asumirá esa responsabilidad. He compartido con ella este año, y me queda la impresión de que es una mujer sincera y con buenas intenciones respecto de lo que quiere para nuestro país. Hoy tiene más empoderamiento y mayor convicción de los cambios que quiere hacer en Chile. Me tiene gratamente sorprendida que sea enfática en repetir la idea de que la reforma tributaria y educación gratuita son desafíos para el próximo gobierno, junto con el cambio de la Constitución.
Como candidata, ¿tienes claro cuáles son tus fortalezas?
Sí, más o menos. Creo que es bien recibida la cercanía, me siento muy cercana a los vecinos, no soy distinta, sino igual a ellos, y es algo que le ha faltado a la política. Hay muchos rockstars en política, y necesitamos gente de verdad, que entienda que para poder determinar políticas necesitas estar empapado de la realidad, del territorio, de lo que ocurre cada día. Para mí ha sido una fortaleza no tener tapujo en tomarle la mano a una persona sin saber quién es, abrazar, mirar a los ojos, sentir lo que el otro está sintiendo.
¿Una debilidad sería tu falta de experiencia?
Siempre digo que los años no reflejan la experiencia. Muchos tienen más edad, pero han tenido menos experiencias, y no porque no quieran, sino que no han contado con oportunidades. Yo he tenido, afortunadamente, muchas oportunidades. He viajado por muchos países, he visto distintas realidades que me han fortalecido como persona y política. Me ha tocado vivir experiencias a mi corta edad, como ser parte de la comisión política del Partido Comunista, la máxima instancia de decisión.
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