El 16 de junio del 2012 fue, lo que yo pensé, el peor día de mi vida. Ese día sentí que fallé en todas las áreas de mi vida. Estaba en una ciudad lejana de mi familia, sosteniéndome apenas con lo que ganaba con mi empleo, segura de haber re-encontrado al amor de mi vida, y con todas las esperanzas de entrar a la Escuela Superior de Música, y Danza de Monterrey. Parecía que todo iba por el buen camino, acababa de estar en dos producciones profesionales, un musical y una ópera, y cada día era más evidente: esta chica sí que canta.
Pero sucedió que, en un solo día y el mismo día, me quedé sin trabajo, di una muy mala audición en la Superior, y el que yo creía era el amor de mi vida me anunció que se iba con el amor de su vida. Trágico y de telenovela.
Por mucho, les juro el peor día que he experimentado. Me sentí un fracaso en todo lo que me interesaba en la vida. Sentí que mi mundo se había derrumbado por completo, porque no me quedaba el consuelo de decir: “al menos tengo esto o aquello”. No me quedaba nada en una ciudad que de pronto se sentía inhóspita y árida. Fue un día muy difícil.
Toma la decisión
La verdad es que no fue el fin del mundo, fue un día difícilisimo. Creo que el peor que he tenido, pero fue un punto importante para cambiar las decisiones que tomé después. Lo que no vi de momento, es que me liberé. Tantas cosas en la vida nos parecen el fin del mundo para luego darnos cuenta de que tienen perfecto sentido. Yo estaba estancada, sin muchas opciones a crecer en esas áreas de mi vida que tanto me interesaban y no me daba cuenta. La verdad era que de seguir por ese camino, no podría avanzar en ninguna. Y a final de cuentas, no era lo que quería.
Puede ser que quedarte sin trabajo parece muchas veces el fin del mundo. Mi consejo: no lo tomes como un fracaso. Como dicen muchos jefes a la hora de darte la noticia: es una oportunidad. Aunque sientas ganas de escupirle en la cara cuando te dice eso , en verdad lo es. Ahora, más que por sólo sobrevivir, de verdad estoy concentrada en mis metas a futuro.
Date un respiro
O dos, o tres, o los que necesites. Es aterrador perder un trabajo, o sentir que fallaste en todo. Pero lo importante es reflexionar un poco.
¿El camino que estaba tomando de verdad me lleva más cerca de mis metas en la vida?
Puede ser que el camino que llevabas quizás te estaba alejando porque pospusiste tus metas hasta que consiguieras suficiente dinero, o el puesto gerencial. Sin querer, se te fue haciendo cómodo. Y tus sueños comenzaron a asustarte, a verse más lejanos. Comenzaste a sentirte oxidada y que quizás, esa aterradora posibilidad en el fondo de tus pensamientos: no tenías talento.
Mi peor miedo en la vida es encontrar un empleo tan cómodo y tan bien remunerado que me olvide de mis sueños
Así que no te sumerjas de inmediato en remediar lo que está roto. Quizás no fue un trabajo, un novio o una audición, cada quien tiene sus triunfos y derrotas personales, pero este es el tiempo de replantear qué quiero y hacia dónde voy. Y claro, también toma un pequeño descanso y recárgate de energía: la vas a necesitar.
Sube al caballo
Si ya fallaste, no tienes nada que perder y muchísimo que ganar, al retomar el valor, aprender y comenzar de nuevo. Claro, no va a ser sencillo, pero ten en cuenta de que hay muchas posibilidades que no has intentado antes. Y que, será mucho más sencillo si defines bien eso que quieres.
¡Ánimo! Vas hacia adelante.
Foto: News.everest