Ay, los ex. Lo único que tenemos por cierto con respecto a ellos es que nos hacen estar más lindas.
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Todo comenzó un día común, como hoy, en que yo fui a tomar un café. Claro, como iba a tomar un café, pues no tenía que llevar el gran outfit a la moda ni usar tacones, así que muy cómoda andaba yo en unas sandalias y unos jeans bastante sueltos. ¿Maquillaje? No, ni rastro. Era un día común.
Caminaba yo fuera del lugar con mi café en mano hasta que…
…lo vi. Sí, era él. Con otra mujer, riendo, aparentemente enamorado.
Las opciones que tuve en mi mente de inmediato fueron:
- Esconderme dentro del bote de basura y no salir de allí hasta que no estén lo suficiemente lejos. Muy a la Mean Girls. Pero, para empezar, ellos se estaban acercando al bote de basura más cercano para mí. Sería un desastre.
- Hacerme como la que no los vi. Conociendo las habilidades tan sociales y tan amables de mi querido exnovio, él mismo me atraparía con un “Adriana, ¿eres tú?”.
Tenía que pensar rápido sobre qué expresión facial debía guardar a semejante encuentro, qué actitud debería reflejar para que no hubiera malos entendidos. Es decir, cuando vuelves a encontrarte a tu ex con alguien más, siempre tienes esta intención de que él esté seguro que tú ya lo superaste; es esta necesidad de que él sepa que tú ya ni lo recuerdas.
Para eso, mentalmente memoricé e hice esta lista en caso de encontrarte con tu ex y su nueva novia:
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- Mantén la espalda recta.
- Sonríe. Sonríe mucho, que te vea feliz. No parece de sonreír, muéstrale lo blancos que son tus dientes.
- Contesta su saludo con un “ah, hola, ¿cómo te ha ido?” más impersonal que le dé la idea de que realmente él no está en tus pensamientos más importantes.
- Dile que estás muy bien. Tú siempre estás bien, muy bien. “Estoy muy bien, gracias”.
- Háblale de todos tus logros, con la misma sonrisa, para que se dé cuenta de que realmente estás bien.
- Sonríele a su nueva novia. Sonríele mucho y halaga su outfit aunque no tenga ni el más remoto sentido de la moda.
Ahora, todo depende mucho de cómo haya terminado la relación; he escuchado que muchas mujeres logran una amistad con su exnovio, una buena amistad. Creo que un poco de comunicación y con el mucho aprecio que se tienen como personas, pueden lograr mantener un vínculo más bien de apoyo entre los dos.
Sin embargo, desafortunadamente, no era mi caso en ese entonces. Cuando vuelves a reencontrarte con una persona con la que dejaste las cosas inconclusas, algo en ti concluye que lo mejor es que cada quien vaya por su lado, que cada quien esté con las persona que lo complemente. Y aun si para una mujer estas situaciones son completamente vergonzosas (y en especial si ni siquiera estás bien vestida para la ocasión), después de saludarse y verse con aprecio, te das cuenta de que las cosas pasan por algo y cada quien merece ser feliz.
Y ahí estaba yo, respirando profundo y caminando hacia ellos con una sonrisa no tan fingida, cuando escuché un “Adriana, ¿eres tú?”, tal como ya lo esperaba.
