Algo muy bonito del enamoramiento es que no hay persona en el mundo que no lo sienta, y quiero aclararlo porque noto que hay una gran confusión respecto a lo que significa, así que permíteme que lo aclare de una vez: el enamoramiento es una etapa espontánea, es la cosquillita y la parte en la que todo lo que la otra persona es o hace es perfecto, todo es bonito y sientes que flotas mientras caminas y que te haces y te deshaces cada vez que lo ves y cada vez que te despides, el enamoramiento es justo lo que te hace decir algo así como “vale la pena ver qué más puede darme esta persona”.
El enamoramiento es narcisista. Se trata únicamente de lo que tú sientes y de lo que tú quieres; claro que también cuidas lo que la otra persona quiere o necesita, quieres verla feliz porque la fuente de esa felicidad eres tú y eso lo hace perfecto. Es la etapa más bonita y la que nos inunda de una felicidad que juramos será infinita. El enamoramiento es.
Una vez habiendo aclarado esto, vemos que entre el enamoramiento y el amor hay un mar de diferencia. Uno es narcisista y el otro no. El amor no se trata solamente de ti, no se trata de lo que necesitas hacer para estar mejor o de lo que necesitas que la otra persona te dé, tampoco se trata de lo que puedes recibir o de lo que puedes darle; el amor, a diferencia de la belleza del enamoramiento, es una decisión.
El amor es algo que decides vivir y lo eliges todos los días. Es esa fuerza que te impulsa a tomar esas decisiones. Es lo que te transforma en la mejor versión de ti para esa persona y lo que te impulsa a ayudar y hacer que él o ella también sea la mejor parte de sí misma. Es la promesa de algo estable y algo mutuo que se va a seguir construyendo todos los días, con las bajas y las altas, con los cambios que presente la vida. Es lo que te ganas y lo que procuras para que se mantenga y eso es lo que lo hace perfecto. En el amor somos.
A todos nos ha pasado (y si no, te pasará) que nos encontramos en una circunstancia en la que nos enamoramos de alguien y no somos correspondidos y no entendemos por qué, si somos las personas perfectas para esa persona, y lo que sentimos es sincero. Pensamos que eso debe ser suficiente y nos duele el que no suceda y nos preguntamos infinitamente las razones por las cuales no nos pueden corresponder; y todo de repente se trata de nosotros nada más y de lo injustas que son las circunstancias con nosotros y no hemos considerado que a veces la vida así es. Se trata nada más de tener la empatía de entender que no siempre nos vamos a topar con alguien que quiera estar con nosotros y eso no quiere decir que seamos malos o buenos si no que sólo somos y justo eso nos da cabida para encontrar a quien sí será con nosotros.
Foto: Heather Reed Originals