MIRA LA SESIÓN DE FOTOS EXCLUSIVA DE NICOLE PARA REVISTA MUJERES
Por Jessica Celis A.
«Baila» es el nombre del primer single del nuevo disco de Nicole, «Panal». Una canción en cuyo video ella aparece sumergida bajo el agua, moviéndose en la plenitud de las profundidades, una onírica metáfora que alude a la esencia de su origen.
«Cuando compongo hago dos cosas: por un lado escribo situaciones, conversaciones, temas que me gustaría abordar y los desarrollo; por el otro, mientras toco la guitarra hago melodías y después voy uniendo. Pero me ha pasado muchas veces que estoy tocando la guitarra, haciendo melodías, y altiro empiezo a cantar algo. Me pasó con ‘Baila’, por ejemplo. Estaba haciendo el coro cantando ‘baila, baila’, y me acordé de un momento de mi vida, cuando era chica, a los 7 u 8 años, y se me repetía y repetía una pesadilla que es la típica que tiene mucha gente: que vas arrancando y no puedes avanzar, y como que una sombra negra te quiere atrapar. Me despertaba con miedo, pero en el sueño mismo, como no podía avanzar, empezaba a flotar como bailando en el aire, y así ese ente no me atrapaba. Un día desperté en medio de la noche, completamente a oscuras, en la casa antigua en la que vivíamos cuando era chica, en la que todo crujía, con clóset como los de ‘Monster Inc’. (risas)… Como según yo ya no era tan niña como para ir a meterme a la cama de mis papás, decidí irme al living y empecé a bailar en la oscuridad. Estaba muerta de miedo, pero al volver a mi cama tuve un alivio muy grande. Sentí que había superado una etapa y un miedo. Era la primera vez que sentía que había superado algo importante en mi vida. Y ‘Baila’ se trata de eso, de vencer los miedos a través de algo tan importante, tan apasionante y compañero como es la música. Es una situación de niñez, pero uno a medida que crece va generando más miedos. Y aparte de esta canción, otras letras han sido salvavidas en mi vida en ciertas situaciones, como en las que he querido llorar o donde he necesitado energía que me tire para arriba. Como que siempre la música me ha acompañado en estas situaciones de miedo en mi vida».
Y en este momento, ¿cuáles son los miedos que enfrentas?
Obviamente que el mayor es que les pase algo a mis hijos. Y al mismo tiempo que me pase algo a mí que me impida estar con ellos. Antes claro que miraba al cruzar la calle, siempre he sido avispada (risas)…, pero desde que me embaracé de León, miro dos veces. Me cuido mucho más.
¿Y qué miedos has logrado dejar atrás?
Que las cosas no resulten o que no se den como uno quiere; ya no tengo esa frustración. Entiendo cuando no salen o toman otro rumbo. Con la madurez o los años logré eso. No me cuestiono si algo no funciona con el agobio que lo hacía cuando era más chica. Todo lo que es mi parte profesional me la tomo mucho más tranquila, sin ansiedad.
Y continúa. «Hace mucho tiempo que no hago música sólo para compartirla, porque es mi profesión y soy cantante. La hago porque me gusta y me hace bien, porque siempre será parte de mi vida, hasta viejita cantaré. Quiero hacer canciones cada vez más honestas, que nacen de una emoción genuina, que aunque a alguien no le guste, igual le puede pasar algo. Cuando las cosas son de verdad, se notan, sobre todo en lo que tiene que ver con el arte. En eso me concentro al hacer música; no pensando en cuántos discos voy a vender –aunque ya no se puede pensar en eso– o cuántos shows voy a hacer, o si viajaré mucho o me haré conocida. Aunque ni de chica lo esperaba mucho. Sí de niña tenía ilusiones, como de ir a escenarios importantes. Y cuando estuve en varios, como en el Radio City Music Hall de Nueva York, fui súper agradecida y conciente. Cuando soñé con grabar un disco en Londres y en Nueva York, lo hice. Trabajé con ídolos. Es decir, hay muchas cosas que ocurrieron en mi historia musical que imaginaba desde chica. Estoy muy consciente de mis logros, de las cosas que han llegado a mi vida por la suerte, el destino, y estoy muy tranquila y agradecida».
¿Sientes que Chile ha sido medio ingrato contigo?
No creo que mucha gente no reconozca mi carrera. Sí tengo claro que hay personas a quienes puede no gustarles mi música, y eso lo comprendo, no me angustia. No necesito que a todo el mundo le agrade. Entiendo que hay gente que tampoco conoce mi música, mi trayectoria y no sabe por qué otra sí reconoce mi carrera, y también está bien. El público no tiene por qué estar informado de todo. Hay tantas prioridades en la vida que no puedo esperar que todo el mundo conozca lo que hago. Soy relajada con eso, y sí me siento reconocida, respetada, querida por personas a las que mis canciones las han acompañado en muchos momentos, como me lo han dicho muchas veces.
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