Hace unos cuantos días, dos Youtubers mexicanos famosos tuvieron varias peleas por medio de twitter sobre su anterior relación. Puede que algunos hasta lo hayan leído en la red o se hayan enterado porque fue el chisme caliente durante varios días. Pero no nos pongamos a hablar sobre quiénes son, sino más bien en cómo se ven las personas que hacen eso de pelearse por redes sociales.
Primero hablemos de algo importante: ¿Dónde quedó la vida privada? ¿Con qué tanta gente compartes tu vida? ¿Son conocidos o desconocidos? A veces nos gusta demasiado compartir nuestra vida con los demás, que está bien, pero siempre tiene que haber una clara línea. Aquí entran todas esas deshonrosas fotos #Palfeis, que van desde esos besos épicos con tu novio que NADIE más quiere ver, hasta compartir momentos más íntimos, ¿Para qué?.
Yo soy de la idea de que hay ciertas cosas que deben permanecer privadas. Pero no por ser muy sabia, sino por tener malas experiencias al no reconocer esa línea. Se los voy a poner de la siguiente manera: puede que cuando las cosas van bien en la relación lo quieras gritar a los cuatro vientos, y probablemente lo hagas.
Pero de la misma forma, entre más hayas querido demostrar lo bien que iban las cosas, te puede resultar complicado confirmar que ya no lo están. Digamos que te quitas el estado de “en una relación” en Facebook. Entonces habrá muchas preguntas íntimas de todas direcciones saltando de la pantalla a tu corazón. ¿En serio te darán ganas de contestar?
Esto, en lo que concierne a tu probable dolor. Pero hablemos de cuando las relaciones terminan mal, y entonces transfieres tus peleas a Twitter, y a tus miles de seguidores. ¿Por qué tendrían que enterarse un montón de desconocidos de sus peleas y de que lo tiene chiquito? ¿En qué te va a hacer sentir mejor?
Yo te voy a decir: no en mucho y te va a hacer quedar como una persona inmadura, ardida e histérica. ¿Y sabes algo? Esta percepción no va a estar muy lejos de la realidad si haces maniobras como esta. No le hace bien a nadie y a ti te hace quedar peor.
Hace tiempo que ya no pongo mucho de mi vida personal en las redes, y me siento mucho más tranquila. Y no lo hago tanto por “seguridad”, sino porque conocerme no es gratuito. Me gusta que mis amigos y conocidos, hagan su esfuercito. ¿Quieres conocerme? Platiquemos un ratito, léeme tantito. ¿Quieres saber si tengo novio? Hagamos como que son los viejos tiempos y pregúntame casualmente. ¿Tengo problemas de pareja? Seguro, como todos. Pero no voy a involucrar a medio mundo. No hay forma de que eso salga bien. ¿Me cae mal mi jefe? Mejor me lo guardo o me creo un alias en twitter.
Ya hablando en serio, no dejes que tus redes se vuelvan una verborrea de todas las cosas que antes de su existencia simplemente te habrías quedado tú, o habrías comentado con tu amiga o tu hermana. ¿Recuerdas cómo se ven esas parejas peleando en la calle? Así te lees tú cuando te peleas en un espacio público de la red.
Foto: Vevidoo