Cualquier chica que esté cerca de la mitad de sus veintes, ha sufrido de este síntoma. Entras a tus redes sociales para descubrir que cada vez más conocidos se están compremetiendo, o ya se casaron. Nunca falta la persona a la que le habías perdido la pista y que ahora tiene un hijo.
Y es cierto, para una mujer casarse ya no significa necesariamente renunciar a una carrera, ni dejar de lado los sueños de su vida, ni tener hijos de forma inmediata. Aún así, para mí sigue siendo un misterio por qué la gente decide casarse desde muy. Y claro chicas, yo sé que por ejemplo, no se casarían demasiado jóvenes.
Estando a la mitad de los veintes, apenas estoy definiendo de manera muy clara lo que quiero hacer con mi vida y cómo lo voy a lograr. La verdad, boda no se acomoda en ningún lado de momento.
Debo aclarar que respeto a las personas que deciden casarse jóvenes, aún así, no encuentro forma de ponerme en sus zapatos.
Y hay algunas estadísticas que tampoco hablan bien al respecto. El 60% de las parejas que se casan entre los 20 y los 25 años, terminan por divorciarse.
Hay explicaciones simples, muchas que tienen que ver con el hecho de que muchas personas descubren en realidad quiénes son y cuál va a ser su plan de vida hasta que están cerca de la tercera década de su vida.
Es una razón enorme para no casarse demasiado joven. Porque si no has decidido hacia dónde va tu vida, no puedes esperar que alguien más decida por ti, o que su misión de vida se convierta en la tuya si no es algo que te apasiona. No quieres terminar observando desde las gradas la vida de tu persona importante.
Por más amor que se tengan, ambos tienen que encontrar sus pasiones en la vida, por separado. Incluso si no tienes pareja, esto podría dirigirte a la persona indicada, con quien compartirla, y no reemplazarla.
Aunado a esto, está lo que dice la sociedad. Que ya sabemos que en México y otros lugares de Latinoamérica se espera que las mujeres se casen jóvenes, e incluso clasifican las edades como una “fecha de expiración”.
Dentro de todo, cada persona decide cómo le va dando forma a su vida. Si después de muchas consideraciones sientes que es el camino adecuado para ti, tómalo. Pero no tomes la decisión a la ligera o por presiones de otros.
