Como si se tratara de una canción de Juan Luis Guerra y de bilirrubinas, un estudio realizado en el Reino Unido por la Universidad de St Andrews, logró demostrar que cuando el hombre toca la cara, las manos o el busto de una mujer, la temperatura de ella sube instantáneamente en su rostro y cuello.
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Con el fin de poder demostrar cómo la temperatura de la piel cambia frente a diversos factores emocionales como el estrés, el miedo o el enojo, expertos tomaron imágenes térmicas del rostro de dos grupos de mujeres heterosexuales de entre 19 y 24 años, durante una interacción con hombres y mujeres, que tocaron sus brazos, manos, cara y busto.
Cuando la interacción fue hecha sólo entre mujeres, la temperatura de las señoritas aumentó en un promedio de 0,1ºC sin embargo, cuando la caricia fue realizada por un hombre, el cambio fue mucho más intenso, pudiendo alcanzar incluso hasta el 1ºC.“No estábamos manipulando su estado emocional o afectivo, se trataba de una sutil interacción social, con el experimentador, pero la reacción fue muy grande”, explicó la investigadora Amanda Hahn a LiveScience para el diario Huffington Post.
Según The Telegraph, la investigación determinó que el aumento de calor alcanzó un promedio de 0,2ºC alrededor de la nariz, 0,3ºC en el contorno de los ojos y 0.46ºC cerca de la boca.
Estudios previos han demostrado que el enrojecimiento de nuestra piel en el rostro genera un cierto atractivo, aunque también hay otros que confirman que es una clara señal de incomodidad. ¿Vergüenza, incomodidad, excitación? Aún no es posible determinar, pero de que algo candente recorre por nuestro rostro cada vez que nos toca un muchachito, ya no cabe ni la menor duda.