Cuando piensas en un fin de semana romántico, seguro que tus fantasías tienen cierto olor a coco. Pensar en una playa, el mar, las estrellas y la persona que es dueña de tus pensamientos es una combinación perfecta. Y, en la mayoría de los casos, puede hacerse realidad.
Ya sea que vivas en una estresante metrópoli o en una ciudad mucho más pequeña, el sueño de escaparse a la playa es algo bastante recurrente entre enamorados. Hay playas hermosas y llenas de gente que siempre son las primeras que se nos ocurren, como Cancún o Los Cabos, pero también hay muchas otras menos exploradas que pueden ser un destino mucho más romántico y maravilloso.
Estas son algunas de las playas más hermosas de México que, definitivamente, vale la pena visitar:
Mazunte
Una hermosa playa en Oaxaca. Ideal para los que les gusta viajar sin lujos (o para los que tienen poco presupuesto) sin que eso signifique sacrificar la experiencia de pasar unos días frente al hermoso mar. Se pueden rentar cabañas frente al mar para pasar un fin de semana de lo más relajado; además, Mazunte cuenta con el tortuguero más grande de el país.
Costa Esmeralda
El nombre lo dice todo. Las aguas cristalinas de esta playa veracruzana son un sueño hecho realidad.
Mismaloya
Muy cerca de Puerto Vallarta, en Jalisco, se encuentra la misteriosa y hermosa playa de Mismaloya, una hermosa caleta rodeada de selva, donde el riachuelo Mismaloya se encuentra con el mar. Es una playa bastante famosa gracias a que en la década de los sesenta, Elizabeth Taylor y Richard Burton grabaron ahí la película “La noche de la Iguana” y más tarde, en los ochenta, también fue parte del set de “Depredador”.
Xcalak
En Quintana Roo, muy cerca de la frontera con Belice, se encuentra la playa de Xcalak. Con aguas tan turquesass como solo el Caribe puede ofrecer, esta playa es aún prácticamente virgen. También es posible rentar cabañas o acampar en zonas seguras frente al mar. Ideal para disfrutar de la soledad, paz y tranquilidad.
San Juan de Alima
Michoacán tiene muchas playas hermosas que no están sobrepobladas de turistas, por eso aún son una opción con todas las comodidades de un destino popular sin un exceso de gente, ideal para poderse relajar y disfrutar de la brisa frente al mar.