La vida de Juli Briskman dio un giro de 180º de la noche a la mañana. Hace unos días, su imagen dio la vuelta al mundo luego de ser fotografiada en su bicicleta, haciendo una seña obscena a la comitiva en la que se transportaba el presidente Donald Trump, quien se dirigía a jugar golf.
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«Él estaba de paso y mi sangre comenzó a hervir», dijo al Huffington Post. «Pensaba en el Daca y los dreamers expulsados, en el Obamacare y en Puerto Rico. Estaba pensando, ¡él está en el maldito campo de golf de nuevo!». Y pasó, la mujer levantó el dedo de en medio.
La mujer fue despedida de su trabajo por esta acción pero nada le quitó la satisfacción de haber hecho lo que hizo; ahora recibirá al menos 50 mil dólares a través de una campaña de cowfounding que usuarios abrieron para Briskman.
Juli trabajaba en la empresa Akima LLC, contratista del gobierno y aunque no fue quien tomó la fotografía, sus jefes alegaron que había violado la política de uso de redes sociales de la empresa, pues la utilizó como foto de perfil. «Estoy muy enojada por lo que está pasando en nuestro país. Esta era mi oportunidad para decir algo», afirmó Juli.
«Ella es una inspiración para todos nosotros. Fue despedida esta semana después de ejercer su derecho a la primera enmienda, por lo que ustedes pueden ayudarla aquí», se lee en el sitio web GoFoundMe, donde abrieron las donaciones.
En tan sólo cuatro días se han reunido más de 50 mil dólares. El objetivo es reunir 100 mil dólares, aunque a como van las cosas, la cifra podría superarse.
