Dice el viejo adagio: «una imagen vale 1,000 palabras y estas niñas son la definición de vida. Hace tres años, la fotógrafa Lora Scantling publicó un aviso en Facebook donde ofrecía una sesión fotográfica especial para niñas diagnosticadas con cáncer y Rheann, Ainsley y Riley terminaron siendo las elegidas.
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Las tres niñas acababan de comenzar su tratamiento de quimioterapia y resultaron ser perfectas para plasmar lo que estaban viviendo de una forma muy especial.
En la imagen aparecen abrazándose y aunque es desgarrador pensar en los malestares que seguramente tenían en aquel entonces, transmiten cierta sensación de tranquilidad y esperanza.
La conmovedora foto se volvió tan viral que Scantling decidió arriesgarse a buscarlas de nuevo al año siguiente para una nueva sesión fotográfica. Y fue al año siguiente (2016) y al siguiente (2017), aunque siempre temerosa de enterarse de malas noticias con respecto a su salud pero con la esperanza de verlas mejorar.
«Son inspiradoras para tantas personas que estoy feliz de seguir tomando fotos por el resto de sus vidas», explicó la fotógrafa. «Además de una sesión fotográfica anual, me gustaría tomar fotos de sus graduaciones del colegio, sus bodas y todos sus hitos más grandes. Tenerlas a todas vivas es maravilloso. Es como si fueran familiares ahora»
En la publicación de Instagram Scantling escribió:
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«¡Miren cómo crecieron! … ¡Me encanta que estas 3 sigan inspirando a otros y ayudando a aumentar la concienciación sobre el cáncer infantil! Las 3 todavía están luchando pero ya en remisión / sin cáncer».
Ahora, las tres están libres de cáncer. Rheann (centro) todavía conserva huellas tangibles de su enfermedad pues su pelo aún no ha crecido debido la agresividad de la radiación; sus ojos se ven inclinados debido a la ubicación en la que se encontraba el tumor cerebral. Pero nada de eso puede borrarle la sonrisa y las ganas de vivir para una nueva sesión el año que viene.