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Camila Valenzuela: descubre a la nueva pluma juvenil chilena

“El legado” se llama el tomo 1 de la trilogía “Zahorí”, primera novela juvenil de corte fantástico, editada en Chile por Ediciones SM. Es la historia de las hermanas Azancot, quienes deberán descubrir la misteriosa herencia de un linaje al que jamás imaginaron pertenecer. Camila es su autora, una debutante que promete. “Tomé un cuaderno, mi computador, el manuscrito, y me fui a Valparaíso durante una semana. Ahí, en la casa de una tía, empezó la saga”, cuenta.

 

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MIRA A CAMILA VALENZUELA EN FOTOS EXCLUSIVAS PARA REVISTA MUJERES

Por Jessica Celis Aburto. Fotografías: Gonzalo Muñoz.

A los 14 años Camila Valenzuela comenzó a escribir en un cuaderno la historia fantástica sobre cuatro hermanas chilenas. Lo compartía con sus compañeras de curso, pero recién retomó el escrito cuando estudiaba su Magíster en Edición en la Universidad Diego Portales. Lo terminó y se lo ofreció a dos editoriales. Ambas lo quisieron, y ella pudo elegir. Así nació «El Legado», libro que se suma a una vertiente de escritores dirigidos al público juvenil y que viene a proponer una nueva mirada dentro de este género en Chile. Y es en esta misma línea –y bajo este nuevo foco– que realiza clases actualmente en la Usach.

Escribes desde niña, ¿cómo se gestó tu gusto por la lectura y escritura?
Mis papás fueron fundamentales en la primera etapa de formación. Los dos contribuyeron a cultivar mi relación con los libros; mi papá desde su propio amor por la literatura, y mi mamá desde acciones cotidianas, como acompañarme a bibliotecas para que pudiera pasar el tiempo ahí o a arrendar libros. Ya más grande, ese gusto por la lectura y escritura se transformó en una especie de necesidad: escribía donde fuera, cada vez que podía; pasaba tardes y noches sin parar de leer. Una acción alimenta a la otra.

¿A qué escritores del género fantástico destacas, y por qué?
Hay tantos que me gustaría nombrar… Por el momento diré mis clásicos: J. R. R. Tolkien, J. K. Rowling y George R. R. Martin. El primero porque marcó mi infancia y todavía me hace volver a él. La Rowling porque escribió una novela de formación con un héroe, a mi parecer, sumamente verosímil y mágico al mismo tiempo. Y Martin es un loco, me vuela la cabeza; justo cuando pienso que voy a descifrarlo, me sorprende, me deja aturdida.

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¿Cómo y por qué nace «Zahorí»?
La idea original nació en 1999, cuando tenía catorce años. Ya en ese entonces me gustaba mucho escribir, así que empecé este relato de cuatro hermanas que llegan a vivir al sur, a la casa de su abuela materna: ese fue el origen más remoto de la saga. Diez años más tarde, el 2009, recién egresada de Literatura, encontré el manuscrito. Fue ahí cuando pensé «tengo que hacer esto de nuevo». Tomé un cuaderno, mi computador, el manuscrito y me fui a Valparaíso durante una semana. Ahí, en la casa de una tía, empezó «Zahorí».

¿Tienen algún método distinto de trabajo los escritores fantásticos?
No puedo hablar por los demás escritores, pienso que todos tenemos modos de actuar, de imaginar y crear muy disímiles. Personalmente, siempre he recalcado esta idea de que todo texto lleva voces de otros textos, es decir –y como punto de partida– mi forma de recurrir a la imaginación es a través de la lectura. Por ejemplo, es imposible leer «Canción de hielo y fuego» y no volar con esa historia; Martin, así como muchos otros autores, son mis catalizadores. A eso se suman otros factores extraliterarios: la música, la gente, los ruidos…

¿Qué música escuchas?
Desde chica que soy bastante mañosa con la música; no me gusta escuchar cualquier cosa. Mis gustos, en ese sentido, son muy definidos. Cuando tenía 11 años –y esto gracias a mis hermanas mayores– escuchaba mucho a The Smiths, Portishead y Massive Attack. Hoy el espectro se extiende, pero siempre dentro de esos márgenes.
¿Bandas y autores favoritos y con qué te quedas de cada uno?
Mi banda favorita es Sigur Rós; puedo estar horas y horas escuchando su discografía, y no me canso. La cantante que me acompaña desde cabra chica, Tori Amos; su voz y piano me provocan paz e inquietud, todo al mismo tiempo. Con respecto a los autores favoritos, eso es más complicado porque, de verdad, es muy amplio. Así que diré el que me ha tenido pegada el último tiempo: Gaston Bachelard.

El libro es parte de una trilogía que ya está cerrada. ¿Es imposible que en este tiempo en que sean publicados los otros tomos, cambies algo?
Sí, por supuesto. La historia, en su estado más prístino, siempre será la misma, pero eso no impide que puedan haber cambios. Los personajes a veces se arrancan y, cuando eso pasa, hay que escuchar sus necesidades.

¿Cuáles son tus escritores favoritos y qué estás leyendo actualmente?
Tengo varios autores favoritos. Muchos. Es un espectro amplio y difícil de nombrar así, de forma tan taxativa. Imagínate que la lista va desde Adolfo Couve, pasando por Tolkien hasta Dino Buzzati… Actualmente estoy leyendo «Mitos y sociedades», de Gilbert Durand.

Francisca Solar es la otra chilena que cultiva el género. ¿Qué opinión tienes de su trabajo?
La Fran es una matea. Es muy ordenada, estructurada y meticulosa en su trabajo, por lo que nada malo puede salir desde ese modo de crear. Por ejemplo, la saga «Viceversa» –que hasta el momento cuenta con los tomos «La séptima M» y «El hada de las cadenas»– es una historia que tiene varios elementos relacionados al género de la novela policial y ella, como autora, no la ha escrito sólo desde su imaginario como lectora –que cabe decir, sería la opción más fácil–, sino que además se ha preocupado de investigar sobre el tema de forma sistemática. Eso, pienso, hace que sus relatos sean hechos con mucha dedicación, con un trabajo sumamente prolijo. Por otro lado, la Fran también es pionera en la edición en formato digital; ha sido capaz de dar un tremendo paso con la autogestión de su última novela, y aún pudiendo editarla bajo el alero de alguna editorial, quiso innovar y atreverse con algo nuevo. Así que, por todas estas razones, tengo una opinión basada en el respeto por su trabajo duro y constante.

¿Piensas dedicarte a la escritura 100%?
No me gusta mucho hacer planes a futuro, para realidades que me parecen lejanas. La rueda gira, siempre, así que me concentro en lo que tengo y quiero hacer en el presente o a lo más en un par de años. Por el momento, además de escribir, estoy haciendo mi doctorado en Literatura; imparto clases en el Diplomado de Literatura Infantil y Juvenil de la Usach; investigo para mi tesis; practico yoga todo lo que puedo. Quién sabe en qué y dónde estaré en diez años más.

Además de la ficción, ¿hay algún otro tipo de estilo o formato que te motive?
Sí, la investigación académica. Me desafía, me motiva. Aunque es un formato totalmente diferente a la novela, su rigurosidad me ha ayudado mucho, pienso, en la escritura creativa. No me canso de estudiar, leer, investigar, analizar, y la academia me permite explorar en esos ámbitos de un modo muy minucioso y delicado.

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