Donald Trump se ha expresado burlonamente de muchas de las mujeres con las que ha salido o con las que se ha relacionado de alguna forma. Y eso no es sorpresa. Pero, lo que sí lo es, es que el mandatario bromeara de manera grosera sobre una de las mujeres más admiradas por el mundo: Lady Di.
Hace un tiempo, el presidente estadounidense brindó una entrevista a Howard Stern, una personalidad de la radio, en la que hizo una broma sobre que le habría pedido a la princesa Diana que se hiciera una prueba de VIH antes de acostarse con ella.
De acuerdo con el audio de la entrevista, que fue filtrado por el sitio web Factbase, Trump comenzó hablando de la posibilidad de mantener relaciones íntimas con Lady Di, pese a que habían pasado apenas tres meses de su fallecimiento en un accidente automovilístico en París, diciendo que se la habría «comido».
«¿Por qué las personas creen que es vanidoso de tu parte decir que podrías haber estado con Lady Di? ¿En verdad, podrías haber estado con ella? ¿Podrías habértela ‘comido’?», preguntó Stern a Trump, a lo que éste respondió: «Podría haberlo hecho».
Ante dicha respuesta, Stern recreó una conversación imaginaria entre la princesa Diana y Trump: «Lady Di, ¿irías al médico?». Y el actual presidente de Estados Unidos siguió la broma: «Ve a mi médico, en la Avenida Lexington. Queremos hacerte un pequeño chequeo».
Previamente en la entrevista, Trump y Stern habían bromeado sobre el hecho de que el empresario se aseguraba de que las mujeres se hicieran una prueba de VIH antes de dormir con ellas.
Una obsesión
La presentadora Selina Scott afirmó en el año 2015 que Trump estaba obsesionado con la princesa y que la había «bombardeado con flores» porque la consideraba «una esposa trofeo».
Por su parte, en su libro ‘The Art of the Comeback’, Trump escribió: «En relación a las mujeres solo me arrepiento de una cosa, de no haber tenido la oportunidad de conquistar a Lady Diana Spencer«.
«Coincidí con ella en varias ocasiones. No pude pasar por alto la impresión que causaba en la gente. Iluminaba la habitación con su encanto, con su sola presencia. Era una princesa genuina, una mujer de ensueño».
Aunque admirara a Lady Di, sin duda esta broma de Donald Trump fue de muy mal gusto.