Por Karen Hernández
Aunque parezca una idea sacada de Fifty Shades of Grey, el sexo a ciegas puede ser una idea muy divertida y excitante para probar con tu pareja. Claro, como en todo el sexo necesitarán tener todas las ganas y la confianza del mundo para compartir esta experiencia.
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1. El sexo con los ojos vendados condimenta las cosas
Tener relaciones sexuales con una venda en los ojos es kinky pero no hay aparatos de tortura implicados. Si estás buscando condimentar tel encuentro sin llegar a un extremo demasiado loco, una venda puede ser lo suficientemente divertido para cambiar la rutina.
2. Adiós inhibiciones
Con los ojos vendados nada importará salvo caer en el lugar correcto. A la hora del sexo lo que menos importa es el físico pero si de verdad es un problema para ti o tu pareja dejar de pensar en cómo se ven, la venda les dará un momento de alivio. Una vez que dejen de pensar en la vista, se concentrarán en sentir y seguro que disfrutarán el orgasmo al máximo.
3. Apagar un sentido intensifica otros
Cuando te privan de algún sentido, aumenta la percepción de otros sentidos, provocando que cada toque y cada susurro sea aún más excitante. Cuando no puedes ver nada, todas las sensaciones, los olores y sabores que encuentres se volverán mucho más intensos así que no estaría mal llenar la habitación de alguna escencia o usar saborizantes para lubricar a tu pareja y tener un encuentro divertido lleno de sensaciones inexplicables.
4. Aumenta la confianza entre los socios
Sin duda la venda es una forma de fortalecer el vínculo con tu pareja. Dejar que el otro tome las riendas mientras estás vendada requiere de confianza seria. Intercambien roles para que ambos prueben la experiencia. La confianza entre ambos permite que cada movimiento nuevo sea más placentero pues se sentirán más cerca y seguros el uno con el otro.