Por: Redacción de Nueva Mujer
Es probable que, si aún no tienes uno, al menos sepas de que se trata el fidget spinner, el nuevo dispositivo que está causando sensación entre los pequeños y no tan pequeños alrededor del mundo.
Este gadget, que en su versión más común tiene un eje central capaz de hacerlo girar a gran velocidad mientras se sostiene con una mano, se ha convertido en la manzana de la discordia en las escuelas por ser el responsable de la distracción de los estudiantes.
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Los hay de distintos colores, formas e, incluso, algunos tienen luces integradas para una experiencia más divertida. Ahora bien, ¿cuál es el origen del aparato que ha llamado la atención de tantas personas? Una mujer residente del estado de la Florida fue quien en 1993 le dio vida al primer fidget spinner. Su nombre es Catherine Hettinger, una inventora innata.
La estadounidense dijo a The Guardian que el aparato se le ocurrió durante un verano en los 90, cuando sufría de miastenia (enfermedad que se caracteriza por grados variables de debilidad en los músculos del cuerpo). Como no podía jugar ni recoger los juguetes de su hija Sarah, quien tiene 30 años en la actualidad, le dió pasó al primer spinner.
Con la popularidad que continúa ganando el gadget desde principios de este año, se podría pensar que Hettinger goza de mucho de dinero, sin embargo, no es así. Cuatro años después de haberlo creado, patentó su juguete e intentó venderlo sin éxito a compañías de juguetes. En 2005, sus derechos expiraron y «simplemente no tenía el dinero» para renovarlos. Se trató de $400.
Ahora, cualquier empresa puede fabricar el fidget spinner y aunque la mujer de 62 años no esté generando el dinero que otros sí gracias a su creación, está feliz. «Quizás si fuera algún tipo de producto explotador, como una nueva clase de cigarrillos, y mi principal motivación fuera la de ganar dinero, habría tenido una actitud diferente. Pero, al contrario, estoy emocionada», afirmó a Money.
