Por Andrea Sanchez
Las semanas de la moda más importantes del mundo se están llevando a cabo. Vemos desfilar a grandes promesas del modelaje luciendo los diseños de alta costura que, si nosotros los usáramos, nuestra sonrisa no cabría en la pasarela. En cambio, las y los modelos se ven tristes, serios, como si no disfrutaran el momento.
¿Por qué no sonríen?
La razón es muy sencilla, de acuerdo a la publicado por medios internacionales, el modelo británico Ty Ogunkoya dijo que se sentiría raro si sonreía al recorrer la pasarela. Por su parte Matthieu Villot, quien también es modelo señaló: «Lo que quieren es mostrar la ropa y no nuestras caras. Si sonreímos, la atención se focaliza en nuestros rostros y no en la ropa». Agrgaron además que para lograr esas caras piensan en episodios tristes.
Medios como Newsweek señalan que las caras largas, serias y tristes se remontan a la época victoriana, caracterizada por caras largas que fueron denominadas un rasgos característico de los aristócratas.
Las sonrisas son un gesto de cordialidad y bienvenida, mientras que las caras serias indican superioridad, lo cual mucha veces puede traducirse en envidia, algo que sin duda la industria de la moda quiere provocar.
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