Por Erika Michael*
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Realmente, la cultura respecto a las relaciones sigue cambiando. Pero, ¿cuándo debemos ser novios? ¿Cuánto tiempo debe pasar antes de formalizar? ¿Quién de los dos da el primer paso? Las respuestas a estas preguntas, de seguro, no serán las mismas de hace algunos años atrás. Las circunstancias cambian conforme cambian las necesidades.
Ahora bien, independientemente de que estas respuestas cambien, existen algunas formas de las relaciones que no deberían cambiar, y les explico por qué.
Estudios demuestran que los seres humanos le asignamos nombres a las cosas porque hacerlo nos da un sentido de seguridad y pertenencia.
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Hace algunos años, esta cultura de los ‘dates’ era completamente distinta. Para que un chico saliera con la chica que le gustaba, habrían pasado algunos meses hasta que por fin se atrevía a acercarse. Y de seguro, cuando lo hacía, su intención no era ‘para ver qué pasa’ sino para tener una relación seria con ella. ¡Ahora no! Ahora nos conocemos, salimos, nos tratamos como novios, pero no somos novios, pensamos si de verdad esto es lo que queremos, quizá salimos con alguien más y luego definimos la relación que tenemos con esta persona. Esto en muchos de los casos.
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Nuestra generación es una que respeta mucho el compromiso, sabe la responsabilidad que el compromiso de pareja conlleva, por eso elige no asumirlo.
Pero, ¿por qué es necesario definir la relación que tengamos? Porque la definición nos da estructura, establece las ‘reglas del juego’.
Quizá para él eres ‘la mujer con la que está saliendo’, pero para ti, él es ‘el futuro padre de tus hijos’.
No se trata de asignarnos un nombre que satisfaga a la sociedad. El problema es que las expectativas de ambos cambian si no saben lo que el otro espera de esta relación.
En su intimidad ustedes pueden estar ‘claros’ en lo que es su relación, y de seguro no les importa mucho lo que los demás opinen sobre ustedes. Eso está bien. Sin embargo, a medida que su relación vaya creciendo, irá tomando forma y ambos crearán necesidades y expectativas diferentes.
¿Consejo? No tengan miedo a hablar sobre esto. Ya sé que piensas que es poco romántico tal vez. Pero créeme cuando te digo que lo mejor que puedes desarrollar junto a alguien con quien quisieras compartir tu vida es una comunicación real y honesta.
Definir lo que ambos representan para el otro les ayuda a querer sin máscaras y finalmente, amar con la razón.
Definan su relación, pero no se presionen uno al otro. No todos corremos a la vez o de la misma manera. Las relaciones forzadas nunca funcionan.
*Erika Michael ofrece servicios de mentoría para las relaciones de pareja y conferencias. Es autora del libro «Hablemos de las Relaciones Saludables» y comunicadora en diversos medios de Puerto Rico, como Al Natural Radio y Vamo’ Arriba de Fidelity 95.7fm.