Por Andrea Sánchez
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El Alzheimer es una enfermedad que acapara entre el 60 y 70% de los casos de demencia en el mundo, de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este mismo organismo señala que la demencia afecta a 47.5 millones de personas y cada año se suman 7.7 de casos.
Los síntomas se presentan de manera diferente en cada apersona, se conocen tres etapas caracterizadas por el impacto de la enfermedad. La etapa temprana se caracteriza por la tendencia al olvido, la pérdida de la noción del tiempo y la denunciación espacial, incluso en lugares conocidos.
En la etapa intermedia se comienzan a olvidar acontecimientos recientes así como nombres de conocidos. Hay problemas para comunicarse, se repite la misma pregunta de manera constante y se sufre de dificultades relacionadas con el aseo y cuidado personal.
En la etapa tardía, y una de las peores, la dependencia e inactividad se hacen presentes. La dificultad para reconocer a familiares y amigos es evidente. Hay dificultades para caminar y alteraciones que pueden desembocar en agresiones.
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Tratamiento
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Por desgracia no hay un tratamiento que pueda curar o revertir a esta enfermedad, pero tratarla a tiempo puede:
Optimizar la salud física, la cognición, la actividad y el bienestar.
Identificar y tratar enfermedades físicas concomitantes.
Detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos..
Proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores.
Las pruebas olfativas
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México realizaron una investigación basada en una prueba olfativa con seis diferentes olores. La prueba consistió en pedir a personas que olieran concentraciones de aromas y si las percibían y podían identificarlas. Se realizó también una prueba para conocer el umbral de olor.
Los resultados de esta sencilla prueba pueden determinar si hay alguna alteración provocada por un daño neuronal causado por el Alzheimer. Si después de los exámenes no se puede identificar uno o varios olores, entonces será un signo de que el proceso cognitivo de la función olfativa está sufriendo un deterioro.
Oara esta prueba se consideraron 20 olores en diferentes rubros: herbales, especiados, florales y frutales, siendo la guayaba, el café, la rosa, la canela, la hierbabuena y el cilantro los aromas con los que se llevó a cabo este estudio.
