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Dile adiós a las piernas hinchadas con estos 15 efectivos tips

El calor puede acarrear algunos inconvenientes de salud y estéticos, como el edema de extremidades inferiores, que se evidencia por una desagradable sensación de pesadez y cansancio en las piernas, tobillos y pies. Aquí los tips y terapias para aliviar esos molestos síntomas.

Las piernas es la zona del cuerpo que más se luce durante el verano, gracias a la abundancia de faldas, vestidos, shorts y minis en nuestro clóset. Sin embargo, también son la parte que más sufre en la época estival. La sensación de cansancio, pesadez, hinchazón y hasta dolor acompañan a la mayoría de las mujeres, especialmente cuando el termómetro supera los 30°C.

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Pero es hora de ponerle un alto a estos desagradables síntomas. Para ello es necesario saber que la hinchazón de piernas, tobillos y pies –también conocida como edema periférico– es el aumento de volumen de estas zonas del cuerpo como resultado de una anormal acumulación de agua en tejidos y músculos de las extremidades inferiores, sobre todo tras pasar mucho tiempo de pie o sentada. Normalmente estas molestias se agudizan con el calor, ya que los vasos sanguíneos se dilatan por el aumento de las temperaturas y se reduce la elasticidad de sus paredes, necesaria para bombear la sangre desde las extremidades hacia el corazón. «Todos estos fenómenos afectan la función de las venas produciendo una congestión de sangre en las extremidades inferiores que se refleja en la hinchazón», explica Catalina Manzor, kinesióloga y directora de salud y estética de Clínica Be Mom. La especialista también destaca que «puede afectar a cualquier persona que permanece de pie por mucho tiempo. Entre las causas más comunes que alteran el mecanismo de intercambio de líquidos se encuentran las várices (insuficiencia de las válvulas que impulsan la sangre hacia el corazón), el sedentarismo y el embarazo. Siendo factores de riesgo la edad, la herencia, la obesidad, el sexo y el tipo de trabajo». Otras razones se atribuyen al «aumento del volumen del fluido corporal, alteración del tono de los vasos, aumento de la presión dentro de los vasos causada por el embarazo que reduce el retorno venoso desde las extremidades inferiores, predisposición hereditaria y aplastamiento de la red venosa plantar», explica la kinesióloga.

Aunque es muy habitual y no se trate de una condición de salud que represente alguna consecuencia grave, sí hay que prestarle atención, porque puede ser un síntoma que alerta de alguna enfermedad seria como la hipertensión o una cardiopatía. Asimismo las piernas hinchadas son muy frecuentes en personas que sufren de insuficiencia venosa crónica (várices), en mujeres que toman hormonas (incluidos los anticonceptivos) o que padecen de estreñimiento. Sea cual sea el origen, el consejo es consultar a un médico para descartar cualquier dolencia que pueda provocar un daño más severo en el futuro.

Medidas preventivas
Los síntomas son varios. «Desde el punto de vista estético, se encuentra la aparición de telangectácias (arañitas vasculares), várices y celulitis. Desde una perspectiva funcional se aprecia un aumento de volumen en las extremidades inferiores, sensación de pesadez, cansancio, hormigueo e incluso quemazón que se presenta principalmente al final del día; dolor en distintos trayectos venosos como pantorrilla, tobillos y empeines y, en algunas ocasiones, aumento de temperatura de las piernas», comenta Catalina.

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Independiente de la causa y de las molestias que se puedan experimentar, existen medidas sencillas que mejoran en parte esta dolencia. «Las personas que tienen problemas vasculares diagnosticados debiesen usar diariamente medias elasticadas con presión adecuada para favorecer el retorno venoso, recetadas por el médico tratante. Asimismo debiesen tener periodos de reposo acostado o sentado (según la actividad laboral lo permita) con piernas estiradas, dormir con piernas elevadas para favorecer la circulación sanguínea y seguir una dieta baja en sal. Además, durante el verano no deberían exponerse al sol ni a las altas temperaturas por largos periodos, y en lo posible al final del día realizar ejercicios controlados de flexoextensión de tobillo y pie», aconseja la especialista.

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Hay que tomar en cuenta que la buena circulación es muy importante para mantener nuestro organismo en correcto funcionamiento; por eso es esencial hacer algunos ajustes que no interfieran con ese proceso. En ese sentido la alimentación es básica a la hora de depurar o acumular toxinas. Lo mejor es evitar el consumo de productos salados; alimentos refinados, fritos o muy condimentados, vinagres y mostazas, derivados de la harina refinada, azúcar, carnes rojas, y leche de vaca y sus derivados.

Otra recomendación infalible es poner las piernas en alto, sobre una silla o contra la pared; de ese modo la sangre y los líquidos fluyen de forma correcta y no se estancan en las extremidades inferiores. Los masajes también son grandes aliados cuando se trata de apalear las molestias, especialmente con aceite de almendras o de oliva. Otra ayuda son los baños de pies con agua tibia y sal de mar.

La directora de salud y estética de Clínica Be Mom, aconseja evitar el uso de ropa (calzones, leggins), calzado o calcetines ajustados; los tacos altos, plataformas o zapatos de suelas estrechas; permanecer mucho tiempo en la misma postura (sentada o de pie en forma prolongada); terminar cada ducha con agua fría para reactivar circulación; realizar automasajes breves con productos fríos.

Alivio a largo plazo
El drenaje linfático manual y la presoterapia son dos técnicas muy eficaces para tratar el edema, entregando resultados a largo plazo. El drenaje es una técnica terapéutica que tiene por objetivo tratar trastornos del sistema linfático a través de movimientos suaves e indoloros. Con estos masajes lo que se logra es hacer llegar a territorios linfáticos sanos, el exceso de líquido acumulado en otras zonas, los cuales deben ser realizados «sólo por profesionales debidamente capacitados y con experiencia en el método que realizan», subraya Catalina Manzor.

Para complementar el tratamiento se utiliza usualmente la presoterapia, equipo no invasivo que a través de un sistema de cámaras en forma de pantalón genera presiones en puntos señalados del cuerpo para conseguir reactivar el flujo en los vasos linfáticos.

Con todo lo anterior se obtienen no sólo unas piernas más livianas y ligeras, sino que también se disminuye el volumen del líquido acumulado, se estimula la circulación venosa, se reduce el dolor, se recupera el rango de movimiento, se reduce el peso de las extremidades y se mejora la autoestima, ya que se controlan las consecuencias estéticas como aparición de arañas vasculares y celulitis. ¡Un efecto colateral nada desfavorable! Mientras el termómetro sigue subiendo, toma nota y empieza a darle los cuidados que tus piernas necesitan.

Entre las causas más comunes que alteran el mecanismo de intercambio de líquidos se encuentran las várices (insuficiencia de las válvulas que impulsan la sangre hacia el corazón), el sedentarismo y el embarazo

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Causas comunes
– Usar un calzado inadecuado: zapatos que aprietan mucho y con los que pasamos demasiadas horas.
– Trabajar de pie o estar muchas horas con la misma postura.
– Inactividad, escaso ejercicio.
– En las mujeres es normal retener líquidos días antes de la menstruación, es lo que se conoce como hipodresia, siendo más visible en tobillos y pies.
– Consumir mucha sal también provoca que retengamos líquidos.
– Problemas de riñón.
– Intestinos cargados de toxinas.
– Várices, edemas.
– Artrosis.
– Tener las venas débiles, lo cual evita una circulación eficiente; se acumula la sangre.
– Sobrepeso.
– La edad, cuando se ha llevado una vida sedentaria o una dieta deficiente.
– Obstrucción de los ganglios linfáticos.
– Tomar pastillas anticonceptivas o medicamentos para la tensión o depresión.

Las piernas hinchadas son muy frecuentes en personas que sufren de insuficiencia venosa crónica (várices), en mujeres que toman hormonas (incluidos los anticonceptivos) o que padecen de estreñimiento

En la galería descubre 15 consejos para aliviar tus piernas y disminuir la hinchazón
– Al acostarte, eleva las piernas por encima del nivel del corazón.
– Ejercita las piernas. Esto ayuda a bombear líquidos desde las piernas de nuevo hasta el corazón.
– Sigue una dieta baja en sal, la cual puede reducir la retención de líquidos y la hinchazón.
– Usa medias especiales de descanso.
– Al viajar, toma descansos con frecuencia para ponerte de pie y desplazarte.
– Evita la ropa apretada alrededor de los muslos.
– Baja de peso si es necesario.
– Evita permanecer muchas horas sentado/a o de pie.
– No utilices zapatos incómodos (evita los tacos).
– Evita cruzarte de piernas.
– Evita el calor excesivo.
– Al ducharte alterna agua fría y caliente en la zona de las piernas.
– Consume alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento.
– Antes de levantarte, eleva la zona de los pies, mediante una cuña, cojines, o algún otro dispositivo, unos 15 cm. respecto al nivel de la cabeza.
– Toma mucha agua, ayuda a eliminar impurezas que se acumulan en el organismo y que a veces causan la hinchazón.

Por: Francisca Cafati De Giorgis

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