En el paracaidismo no hay mucha participación femenina. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que se suman a la experiencia que les brinda este deporte extremo.
Así lo confirmó la copropietaria de Skydive Puerto Rico, Karin Anzures. “Afortunadamente cada vez hay más mujeres. Antes sí era más rudo el deporte porque los paracaídas eran militares. Pero ahora se puede hacer más deporte para mujeres también”, dijo la instructora con más de 18 años de experiencia y un rating de sobre 11 mil saltos.
Sus comienzos en el paracaidismo
Anzures hizo su primer salto tándem, es decir, junto a un instructor, a la edad de 19. Desde entonces, su interés por el paracaidismo incrementó y no paró de practicarlo.
“Al principio, cuando no sabía bien cómo era el paracaidismo, pues sí me daba miedo. Después, cuando supe que los equipos son súper seguros, pude sentirme más tranquila”, relató la mujer de 40 años de edad.
De acuerdo con Anzures, el éxito del deporte depende, mayormente, de la persona que lo practica. Si la persona revisa correctamente el equipo y sigue las instrucciones al pie de la letra, las posibilidades de tener un incidente son pocas.
Actualmente, la paracaidista de origen mexicano cuenta con tres récords Guinness y cuatro récords mundiales. Aun así, le tiene mucho respeto al deporte y siempre trata de “hacer las cosas como se deben hacer”.
Uno de los récords mundiales que tiene es una formación que hizo en 2005 junto a otras 150 mujeres de todo el mundo en Perris, California. “Ese récord mundial Guinness fue también para recaudar fondos para una asociación contra el cáncer de mama que se llama City of Hope. Recaudamos medio millón de dólares”, destacó.
No deja de aprender del deporte
A pesar de los 18 de experiencia como instructora, Anzures continúa aprendiendo del deporte. “Siempre hay otras cosas nuevas. Así que por eso también está buenísimo para mí porque no me aburre para nada. Siempre quiero más, quiero aprender más”, expresó.
La también madre disfruta a plenitud de los dos aspectos que le ofrece la profesión: el de paracaidista y el de instructora. Cuando salta sola o con instructores experimentados aprende nuevas técnicas de salto. Mientras que cuando funge como instructora, la experiencia es totalmente distinta porque es parte de un “momento importante en la vida de las personas”.
Para ella es como una terapia psicológica. “Se sienten más poderosos, más aliviados con las cosas que están pasando en su vida personal y que pueden hacer más después de haber saltado. Piensan que si pueden hacer eso, pueden hacer cualquier cosa”, contó Anzures.
“Es bien difícil que alguien diga que no le gusta el salto. Es un poquito fuerte la experiencia cuando estás en la puerta del avión, pero una vez que saltas es maravilloso”, abundó.
Trae el paracaidismo a Puerto Rico
Hace dos años que la examinadora llegó a Puerto Rico, luego de haber encontrado el amor en un puertorriqueño, quien también practica el deporte. Ambos fundaron Skydive Puerto Rico.
“Lo que queremos es que el deporte crezca a nivel isla y, por supuesto, también internacionalmente”, dijo la fémina. En julio pasado cumplieron un año de haber establecido la empresa.
En el curso de paracaidismo cuentan con 25 alumnos, de los que seis son mujeres. Sin embargo, han llevado a cabo iniciativas para aumentar la participación femenina. Una de ellas es un descuento de un 20 por ciento en las clases.
“Queremos más mujeres en el deporte, que se den cuenta también que no es un deporte para hombres necesariamente”, puntualizó.
Sobre su proceso de adaptación en Puerto Rico, Anzurez dijo que “le gusta mucho el calor y la playa, así es que yo estoy feliz aquí. Yo vivía en la Ciudad de México, entonces el cambio sí fue súper drástico, pero me gusta mucho”.