Por Karen Hernández
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Desde hace unos días, la exprotagonista de The O.C., Mischa Barton, se colocó en el ojo del huracán por una polémica noticia: un video sexual que fue grabado sin su consentimiento por una de sus exparejas estaba siendo subastado por Internet. ¿El culpable?, algún exnovio que decidió publicar el material por venganza.
Quien lo difundió, cometió un delito conocido en el estado de California como pornografía de venganza y ya están tomando todas las medidas para ejercer acción legal en su contra. Y es que a comienzos de 2015, al menos 15 estados de los Estados Unidos tomaron medidas legislativas que criminalizan esa conducta, aunque en otros países como Israel, Filipinas o Japón también han optado por catalogarla como delito. Mientras tanto, en países de Amércia Latina, como México, está en proceso el planteamiento de una sanción con prisión y días de multa.
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El porno de venganza es la divulgación por Internet de imágenes o videos de contenido sexual de una expareja sin el consentimiento de esta. El impacto de los contenidos, una vez que son compartidos, es exponencial y una vez que se hace viral, es prácticamente imposible detener su reproducción.
Esto se convierte en una pesadilla para la persona afectada, pues además de dañar su reputación y su dignidad moral, puede tener graves efectos psicológicos. Lo peor es que se trata de una situación que parece no tener fin y que va contra cualquiera. Se sabe de casos en donde las víctimas terminan suicidándose por el acoso o señalamiento social que sufren. En 2016, una chica italiana se suicidó en su casa tras sufrir durante meses el acoso de todo su país. Esto fue a raíz de un video donde aparecía practicándole sexo oral a otro chico y fue su exnovio quien subió el material a Internet.
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Hay parejas que consideran que puede ser ‘divertido’ e inofensivo documentar situaciones íntimas de ambos, el problema viene cuando se rompe el vínculo amoroso y uno de los dos toma venganza por medio de la divulgación del contenido (de ahí las advertencias sobre practicar el llamado ‘sexting’). Por supuesto, proceder contra esta acción es otro gran problema porque ¿a quién le pertenecen las imágenes si fueron tomadas mientras ambos estaban juntos? Las demandas por la publicación de este tipo de fotos han sido bajo el nombre de «invasión de la privacidad», «publicación de un hecho privado» e «intención de dañar emocionalmente o causar stress a un tercero», pero ¿qué debes hacer si eres víctima de estos actos?
1. Recopilar pruebas
Si detectas que alguna foto o video íntimo está rondando el Internet, toma toda la evidencia que puedas. Desde el sitio donde lo viste hasta los comentarios publicados. De ser posible, recurre a un tercero de confianza (más un profesional que te asore) que de fe de todo el material y los sitios involucrados.
2. Detener la difusión
Haz todo lo posible por contactar al sitio en donde se está publicando la imagen y solicita que retiren el contenido. Dependiendo del país donde te encuentres, deberás recurrir a la institución pertinente. Recuerda que todas las redes sociales cuentan con un sistema para denunciar contenidos inapropiados. Si la difusión es a través de Whatsapp o cualquier otro canal de mensajería instantánea, es posible saber exactamente quien lo hizo mediante un rastreo.
3. Denunciar
Una vez que tengas toda la evidencia, deberás tomar acción legal. En México existe la Policía Cibernética, comisión encargada de prevenir delitos en medios tecnológicos. Recuerda siempre solicitar medidas para el bloqueo o retirada de los contenidos y así frenar la difusión.
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