Odalys fue la madre adoptiva de 14 niños huérfanos tras el terremoto en Ecuador

En Pedernales, en la zona costera de Ecuador, son miles de historias que se tejen respecto a aquella noche donde muchos perdieron a sus seres queridos, otros vieron derrumbarse en tan solo 42 segundos el esfuerzo de toda su vida, y otros sintieron quedarse sin esperanza.

Jenifer Odalys Moreira Moreira es una policía que perdió su vivienda y todo lo que tenía en el momento del terremoto, quedo atrapada en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) donde prestaba sus servicios. «Estaba bajo el escritorio de la prevención allí solo veía nubes de polvo y pensaba en mi esposo con todas mis fuerzas, lloraba porque mi principal miedo era perderlo, no me importaba ni siquiera mi vida, solo necesitaba saber que él estaba bien», contó.

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Sus compañeros lograron sacarla minutos después, su esposo, también Policía, Cristian Gómez llegó y la abrazó, desde ese momento se armó de valor y supo que no podía esperar a que la tormenta pase, que era su obligación secarse las lágrimas y seguir para ayudar a todos aquellos que necesitaban en ese momento a la Policía Nacional.

Las condiciones adversas en ese cantón eran evidentes pero Odalys y sus compañeros no se dejaron derrotar, durante las primeras horas no contaban ni siquiera con agua para beber, el pánico se apodero de las personas que perdieron a sus familiares, sin embargo como policías debían mantener la calma para ayudar sobre todo a los niños, quienes en menos de un minuto quedaron huérfanos.

Su misión principal fue la de brindar una mano solidaria a quienes sin consuelo buscaban a sus familiares, ella dio el apoyo moral a esas personas pese a sentir impotencia y miedo, logró entenderlas; con cinco meses de embarazo se convirtió en la guía y el consuelo de los  14 niños que quedaron sin sus padres luego del evento natural.

Cuidar a los compañeros era otra de sus acciones, vigilaba las provisiones, les preparaba chocolate con pan y para que pudieran resistir un poco durante las largas jornadas laborales sin agua ni comida. 

Esta valiente mujer pudo huir de aquel lugar pues su estado de salud no era el mejor, sin embargo sacó fuerzas para quedarse porque su cariño no le permitía dejar allí a sus compañeros y a esos indefensos niños que desconocían su cruel realidad e inocentes pensaban que sus padres estaban rescatando heridos cerca del lugar.

Ha transcurrido más un mes desde la desgracia y Odalys anhela retornar para llevarles alegría a aquellos niños. Junto a sus familiares y amigos quieren volver a Pedernales con miles de dulces y globos para brindar un poco de alegría a estos corazones tristes marcados por el desastre natural.